Influencers y el fin del confinamiento empujan la demanda de tatuajes

Influencers con miles de seguidores en las redes sociales, un abanico infinito de estilos que reúnen técnicas y herramientas novedosas, clases magistrales, cursos online y muchas ganas de experimentar tras meses encerrados en casa. El mundo del tatuaje y los piercings parece que no tiene tope y su industria crece a un ritmo vertiginoso en Euskadi.

Imagen libre de derechos.

Las personas consumidoras de este sector lo definen como una manera de expresarse, de sentirse libre, de guardar en sí mismas algo para siempre. Hablan, incluso, de adrenalina a la hora de pintar o perforar sus cuerpos. 

El sector de tatuajes y piercings está en auge, es algo innegable, y el por qué es algo difícil de definir. Desde el salón Garrik Tattoo de Vitoria-Gasteiz, por ejemplo, asocian ese aumento de la demanda a los llamados influencers.”La gente copia, son gente famosilla que parece que llevan buena vida y se imita. Además, hay otro factor importante y es que una persona que se tatúa una vez siempre repite y esa persona atrae a otra, lo que hace que no paremos de tener gente.” Desde Azala Tattoo, en Bilbao, apoyan la idea de que las redes sociales y su popularidad entre deportistas de élite y grandes figuras de la música lo han convertido en un fenómeno total.

Uno de los tatuajes de Azala Tattoo, por Ander Mingo.

Por otro lado está la aceptación a nivel social. Esto ha ido cambiando paulatinamente; lo que años atrás era impensable, hoy en día está aceptado. Esto también puede acarrear que la gente le haya perdido el miedo o el respeto y se anime a hacerlo.

Un factor que toda persona experta en la materia menciona es la innovación. Hace años, el tipo de tatuajes era uno, de estilo más tradicional, pero hoy en día, hay un gran abanico para elegir. Diversas técnicas, estilos, colores, diseños, materiales; hay empresas muy potentes, de tinta, de maquinaria, que se están especializando en diferentes aspectos de la industria. El mundo del tatuaje es tan amplio como su oferta y su demanda. 

Asimismo, siendo estos dos últimos años muy complicados en todos los sentidos, es necesario parar también a reflexionar sobre los cambios que se han dado en el consumo . Poniendo la mirada en este sector, se podría decir que el efecto ha sido positivo, y es que parece que, tras la retirada de ciertas restricciones, la gente optó por tatuajes o piercings porque es una actividad de ocio que estaba permitida, era algo en lo que se podía consumir. El dinero ahorrado de otras actividades, se ha visto invertido en esta. En Donostia, por ejemplo, esa subida ha sido bastante sonada. En el estudio Tiki Tattoo hablan de la pandemia como un empujón para el sector, porque aseguran que la gente salió más animada y con ganas de hacer cosas.

En la misma zona, el gerente de Tatuart dice haber sido testigo de la apertura, pero también del cierre, de varios locales dedicados a este sector, y es que la competencia es mucha y, en general, la clientela opta por ser fiel a un local o tatuador en concreto. A mayor confianza, mejor resultado. En varias zonas de Bilbao, así como en Getxo, por el contrario, la oferta es mayor y parece que a nadie le falta trabajo. Gente joven que ha descubierto un gran espacio en el que la demanda no para de subir. El centro de emprendimiento BIG BILBAO, por su parte y según la información de las empresas creadas y apoyadas desde su centro en los últimos años, dice no haber apreciado un incremento significativo en la apertura de locales, por lo que no hay datos representativos del sector. Así es que desde 2015 hasta hoy, sólo se ha registrado un negocio nuevo por año.

Paralelamente siguen trabajando los estudios ‘de toda la vida’, locales como Chaman Tattoo de Irun, Tatuart de Donostia o K3 studio de Bilbao, entre los más consolidados de cada territorio. Estos aseguran que el volumen de trabajo sigue siendo el máximo; tras la pandemia, a pesar de no considerarse un sector imprescindible, no han parado de trabajar. Como dicen en Tatuart: «para el vicio siempre hay dinero«.

Seminarios

El mundo del tatuaje va mucho más allá. Desde hace alrededor de 10 años, hay gente que ha trabajado en la especialización, gente realmente buena que ahora se dedica a impartir seminarios en los que enseña cómo trabaja, cómo atiende, qué tipo de agujas utiliza; en resumidas cuentas, que da a conocer su forma de trabajo. Es un sector que no sólo ha crecido a nivel profesional, sino también a nivel didáctico. La industria del tatuaje se ha convertido en un gran nicho de artistas que ya forman parte de una cultura muy arraigada en Euskadi.

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