Iñaki Garcinuño: «Euskadi perderá menos PIB que el resto del Estado»

Iñaki Garcinuño (Bilbao, 1971) es el presidente de la patronal vizcaína Cebek, a la que traído un tono más directo y claro. Pese a la enorme incertidumbre que acecha a la economía, muestra un tímido optimismo, especialmente a la hora de referirse a Euskadi, y pide mayor celeridad para volver a la actividad normal.

Esto es lo más relevante de la entrevista que nos concedió:

  • Coincidiendo con el confinamiento, ha empezado a tuitear para, entre otras cosas, mantener la conexión con el mundo político. «Ya me he metido en algún que otro jardín. Eso sí, todo lo escribo yo, porque me cuesta poner en mi voz algo que no haya preparado yo mismo. Además, soy el que tiene toda la información», explicó.
  • En lo que a la crisis se refiere, reconoció sus dificultades para hacer previsiones ante la cantidad de información disponible, a veces contradictoria. «Todos somos parte de la solución y del problema. Junio puede ser un mes de normalización y los proyectos empresariales deberían empezar a dinamizarse. Pero dependemos de que no haya rebrotes y de lo que hagan en Europa y EE.UU. Si no nos recuperamos en verano, será en setiembre. Pero si no es así, estaremos en el peor escenario económico posible. Nos encontramos al borde de un precipicio pero la buena noticia es que podemos verlo», explicó.
  • El mismo está viviendo la tragedia de la situación económica en la empresa familiar que dirige. «Habíamos ido creciendo para colocarnos en primera línea en cuanto a innovación y ventas. Y de repente bajamos las ventas de forma radical, un 75%. Me junté con la plantilla y les conté, con transparencia, las medidas que teníamos que tomar», explicó.
  • ¿Cómo se sobrevive a una situación como ésta? Garcinuño recomendó utilizar todas las herramientas disponibles para minimizar el daño: desde los ertes hasta los préstamos de Elkargi, pasando por los retrasos en los pagos de impuestos. «Al autónomo le quedan entre dos y cuatro semanas de cierto sufrimiento. Ahora solo le cabe buscar ayuda financiera y tratar de ser imaginativo. Como los restaurantes que están ofreciendo bonos. Y cuando volvamos a la normalidad tendrán que dinamizar sus ingresos con mayor variedad de menús y calidades de servicio diferenciadas», explicó.
  • Garcinuño está especialmente agradecido a la Diputación de Bizkaia por las facilidades que está poniendo a disposición de los empresarios. «Están siendo muy activos. Nos consultan prácticamente todos los días», añadió.
  • Respecto al Gobierno de España no fue tan positivo, ya que ha contribuido, con algunas de sus decisiones, a empeorar el problema. Por una parte, por el retraso con las primeras medidas de confinamiento y, por otra, por la decisión de cerrar las empresas durante 15 días. «No es fácil estar en el pellejo de los políticos en estos tiempos. Esta situación no es fácil de prever ni de gestionar», alegó.
  • Recriminó al Gobierno central haber incrementado el gasto público más allá de lo debido, lo que va a dificultar la recuperación. «No nos ha venido bien tener un nuevo gobierno con ganas de gastar. Asumimos un déficit en 2019 que no nos correspondía. Espero que aprendamos la lección y seamos corresponsables con las generaciones futuras», añadió.
  • En lo que al proceso de desescalada se refiere, pidió más rapidez. «Hay mucha gente con el freno echado para volver a la actividad normal. Todos tenemos que tener claro que la actividad económica significa empleo y que el consumo debe reactivarse para que los empresarios no se planteen cerrar la persiana definitivamente. Lo lógico es que protejamos al máximo a los grupos más vulnerables pero que los demás volvamos a nuestra vida normal cuanto antes», explicó.
  • Aunque la situación es grave para todos, Garcinuño fue algo más optimista a la hora de valorar los efectos de la crisis sobre la economía vasca. Los sectores de automoción y aeronáutica son los más afectados y, en menor medida, la construcción y el transporte. Pero la menor dependencia del turismo hará que Euskadi sufra menos. «Eso sí, como país exportador que somos, dependemos mucho de lo que ocurra en el resto de Europa», añadió.
  • Dos sectores que van bien son la agricultura, la alimentación y la biofarma, aunque Euskadi no es especialmente potente en ninguno de ellos. ¿Es un buen momento para emprender? Garcinuño pidió prudencia. «Hemos perdido 2.000 empresas en abril y ya no somos el país emprendedor que éramos. Hay mucha competencia en lo público que hace difícil ver los beneficios de lo privado. Encima, al que gana lo estigmatizamos mucho más que en otros zonas, sin reconocer que el que se la juega debe tener algún beneficio para que emprenda», lamentó.

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