¿Hay que regular los «free tours»?

La mayor parte de los partidos políticos del Ayuntamiento de Bilbao han aprobado una moción para estudiar el impacto de las visitas turísticas guiadas, que se han multiplicado a través de los «free tours». Al parecer, con la megafonía pueden resultar molestas para los vecinos y se ha detectado mucho intrusismo en el sector, que ha generado incluso conflictos con profesionales.

En las ciudades que han regulado esta actividad, como Barcelona o Amsterdam, los tours no pueden superar un número determinado de participantes y se deben emplear audio-guías. Además, los organizadores deben abonar una tasa por el uso del dominio público como cualquier otro negocio. En la Comunidad Valenciana lo que se hace es evaluar las aptitudes de cada guía para que reúnan unos mínimos conocimientos de idiomas y de la zona.

Frente a la ordenación de la actividad, que EH Bildu incluye dentro de lo que denomina despectivamente «uberización de la economía», hay algunas voces que sugieren que se mantenga desregulado. A su juicio, el turismo en Bilbao debe ser promocionado de todas las maneras posibles por su capacidad de generación de riqueza.

Sirva como ejemplo el caso de Happy Bilbao Tours, empresa creada por Alicia García para dar soporte legal a sus visitas guiadas de Bizkaia. Aunque el confinamiento acabó con su actividad, previamente organizaba recorridos gratuitos de Bilbao durante un par de horas que los asistentes podían premiar posteriormente con una propina que suele rondar los 10 euros.

Este modelo de negocio suele funcionar relativamente bien, hasta el punto de que la persona que lo introdujo en Bilbao, la profesora Irati Díaz de Tuesta, lo terminó vendiendo en 2016 a una firma valenciana. El comprador, Spain Free Tours, es una especie de agregador de guías que después cobra entre uno y dos euros aproximadamente por cada cliente que les traslada.

Su principal competidor es la firma irlandesa Freetourcom Limited, que está presente en cientos de ciudades y recientemente trasladó su sede a Suiza. Otro de sus rivales está en Valencia, Guruwalk, que hace un año aseguraba estar facturando 300.000 euros al mes. El negocio se ha puesto cuesta arriba no solo por la pandemia sino también por la incursión de Airbnb.

Además, hay muchos guías locales, como la bilbaína Alicia García, que se lo montan por su cuenta y llegan a acuerdos con oficinas de turismo, hoteles y similares para que promocionen su oferta. ¿Cuánto puede ganar el organizador de cada free tour? En alguna página se habla de unos 500 euros diarios, que se corresponderían con unos dos tours de dos horas y media en grupos de 20 personas y siempre que cada participante aporte diez euros. Evidentemente, estas condiciones se dan solo ocasionalmente.

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