Guillermo Boned (Gotongo): «Hice un pitch por zoom y capté 9 inversores»

Guillermo Boned (Palma, 1990) vino a Donostia a estudiar ADE atraído por el surf. Trabajó en los sectores inmobiliario y logístico y, mientras viajaba por Asia en un año sabático, se dio cuenta de que encontrar una ONG a la que ceder su tiempo no era precisamente fácil. Para poner en marcha una startup que resolviera esta necesidad, GoToNGO, junto a Tánit Esnal, hizo un pitch por zoom a amigos y familiares y captó nueve inversores.

Esto es lo más interesante que nos contó en la entrevista que le hicimos:

  • Boned da mucha importancia al análisis previo del mercado. Así, se pasó un año hablando con voluntarios y ONGs para conocer qué necesitaban y cómo se podía satisfacer esa necesidad. «Llegué a la conclusión de que era difícil implicar al voluntario y que tendría que ser la ONG quien pagara. Descubrí también que el proceso de captación de voluntarios lo tienen poco estructurado, así que terminé creyendo que la startup tendría sentido», explicó.
  • Gotongo es una especie de CRM para la captación de voluntarios para las ONG. Los interesados se inscriben en la plataforma, donde las organizaciones pueden publicar sus ofertas de servicio junto con su perfil. Con la ayuda de un programador y un diseñador, Boned realizó primero un MVP (siglas en inglés de Producto Mínimo Viable) y fue validándolo con las ONG. «Solo cuando tuvimos claro qué funcionalidades había que incluir, fundamentalmente para integrar toda la comunicación con los voluntarios, desarrollamos el proyecto completo», explicó.
  • Para financiar la startup, Boned ha recurrido a amigos y familiares de una forma muy particular. Una noche de Champions los convocó a todos vía zoom y a los 20 que acudieron les hizo un «tele-pitch». Nueve de ellos se animaron a invertir. «Iban a ser 25 minutos y, con las preguntas que me hicieron, duró una hora. Convencí a los suficientes sin que ninguno de ellos tuviera que poner mucho dinero», explicó.
  • Con dinero y proyecto parecía que todo iba a ir bien, pero Boned se encontró de frente con la pandemia. Como consecuencia del confinamiento, el sector completo ha terminado «en coma» y ha obligado a Gotongo a recular y buscar nuevas actividades. «Hemos aprovechado este impás para captar ONGs por todo el mundo. Tenemos 150 de 27 países y han publicado 55 proyectos. También hemos conseguido 4.000 usuarios registrados, fundamentalmente a través de redes sociales. Y hemos empezado a diseñar dos nuevas funcionalidades: el empleo para ONG y la posibilidad de que las universidades puedan crear iniciativas solidarias», explicó.

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