Guillermo Barredo (Bromalgae): «Cultivamos algas que se comen la contaminación»

Guillermo Barredo (Bilbao, 1947) es abogado economista de Deusto pero ha trabajado toda su vida rodeado de ingenieros. Primero en Iberdrola y su filial IBV, después en un grupo dedicado a captar fondos europeos y finalmente, una vez jubilado, en una startup que aspira a reducir la contaminación mediante el uso de algas, Bromalgae.

Esta es su historia:

  • Iberdrola es el eje fundamental de la vida profesional de Barredo. Primero directamente en la antigua Iberduero y después en IBV, el holding inversor y promotor de empresas que la eléctrica creó con el BBVA por iniciativa de José Antonio Garrido y José Miguel Martínez Urquijo. «Estuvo muy bien concebida en una época en la que había mucho interés por diversificar. Empezamos con Gamesa, seguimos con Aguas de Barcelona y en la última etapa entrábamos en empresas dedicadas a temas avanzados, como visión artificial o software. Después estuve un tiempo en Spri como director del área internacional, que aún no existía. Entonces se pasaba a lo público con bastante naturalidad», explicó.
  • Antes de jubilarse, Barredo fue presidente de Acción para la Cooperación Internacional (ACI), un grupo de diez empresas de gran tamaño y del Gobierno Vasco para captar fondos y proyectos internacionales, y ha sido coordinador comercial de Santander Global Metal, conformado por empresas del sector metalúrgico de Cantabria. Después, ya jubilado, participa en la creación de Bromalgae con el doctor norteamericano Douglas Charlton, al que conocía de sus tiempos de Iberdrola. «La tecnología, que emplea algas para reducir la contaminación, se desarrolló inicialmente en EE.UU. pero allí no pudieron comercializarlo, por lo que decidimos traerlo a Europa. Se han unido empresas de sensórica (Inkatec) y construcciones metálicas y hasta diez socios individuales. Junto con Gaiker y con una importante ayuda europea, montamos una planta piloto en Zabalgarbi. Su objetivo era demostrar que su tecnología permite captar gran parte del CO2 (dióxido de carbono) y el NOx (nitrógeno) que se produce en la incineradora de basuras de Bizkaia», explicó.
  • Tras los buenos resultados de la planta piloto, especialmente en la captación de NOx, Bromalgae ha pasado a una segunda fase de mayor actividad comercial. Están especialmente interesados en acerías, cementeras y papeleras, además de entornos urbanos. «Estamos hablando con un grupo industrial para hacer una implantación completa. Les interesa en la medida en que la regulación se está endureciendo y nuestra solución tiene muchas ventajas. Junto con Garbiker, hemos hecho otra versión para medios urbanos, aunque todavía está en fase de prototipado. Es una especie de árbol artificial que contiene microalgas y sensores y va captando el CO2 y el NOx del aire. También hemos puesto mucha atención a la producción de las algas, que son nuestra materia prima. Próximamente vamos a hacer una ampliación de capital para financiar esta comercialización», explicó.

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