Gómez Menchaca y su asociación de víctimas de errores médicos

Los abogados no pueden hacer publicidad. No porque haya una ley que lo prohíba, sino porque su Ilustre Colegio no lo permite. De esa forma, los abogados más viejos del lugar mantienen su posición sin que ningún jovenzuelo con capacidad comercial pueda quitarles el trabajo. Pero hubo uno en Bilbao que no aceptó las reglas del sistema. Se llama Carlos Menchaca y le acaban de embargar el despacho.

Este contenido es solo para socios suscriptores de Gananzia.
Suscríbete
Already a member? logeate aquí