Goirigolzarri y las fintech
|Escuchar a José Ignacio Goirigolzarri, actual presidente de Bankia, es siempre un lujo y más aún si uno de los temas que aborda es el de las fintech. Tuve la ocasión de atender la charla que dio este verano en el curso de Finanzas Sostenibles de la Universidad Menéndez Pelayo. A continuación resumo los principales puntos que explicó.
- Las fintech no preocupan por el momento a los grandes bancos, aunque sí pide una regulación similar para todos. Los N26 (3,5 millones de clientes) o Monzo (2 millones de clientes), que operan fundamentalmente vía app, tampoco suponen por el momento un dolor de cabeza, al menos mientras no ofrezcan préstamos hipotecarios. Las bigtech (Facebook, Google…) sí que le dan más miedo por lo que puedan hacer en el futuro. «Estos partidos hay que jugarlos», avanzó sobre Libra, la futura criptomoneda de Facebook.
- La situación de las entidades financieras en 2012 era lamentable y exigía una reestructuración urgente. De las 61 entidades significativas que había entonces se ha pasado a apenas 13 y se ha reducido el número de oficinas a niveles de 1980. A su juicio, se tomó una buena decisión al abordar este «rescate» parcialmente con dinero público en la medida en que se salvó el patrimonio de los depositantes y se evitó un peligro de falta de financiación de la economía española y de contagió al sector en forma de fuga de dinero. «Las principales 34 refinanciaciones de deudores de Bankia han mantenido 242.828 empleos», aseguró.
- La situación ha cambiado por completo y hoy en día la rentabilidad de la banca española está entre las más altas de Europa. Es cierto que sus inversiones en el extranjero han resultado fundamentales, pero también critica que la regulación europea sea mucho más exigente que la americana y recuerda que el 40% de los préstamos concedidos en la UE siguen proveniendo de entidades no financieras («shadow banking»).
- ¿Habrá fusiones paneuropeas? Lo ve difícil a corto plazo porque apenas aportan sinergias por la diferente regulación de cada país y los escasos incentivos que ofrece la regulación actual. Por si fuera poco, sigue habiendo una gran mayoría de bancos en Europa que no cotizan en Bolsa y que por tanto son incomprables. Entre ellos, por cierto, Kutxabank. «Cuando tu empresa está en el mercado, nunca puedes asegurar lo que va a ocurrir en el futuro», apuntó en relación al hecho de que la caja vasca no cotice, dando a entender que tiene más ventajas que desventajas.
- Sobre la situación de Bankia, reconoció que se ha hecho un esfuerzo «tremendo» de reducción de gastos pero que los ingresos no están acompañando por culpa de los bajos tipos de interés y pese a que se ha conseguido incrementar la cuota de mercado, especialmente en fondos de inversión, tarjetas y seguros. Esto aleja el cumplimiento de los objetivos marcados en su momento. «Sufro con la evolución de la cotización», reconoció.