El timo del necesitado al que conoces en redes sociales

Cada vez estoy oyendo más casos de este tipo. El último me ha llegado a través de una sentencia judicial de un juzgado de Alava que condena a una mujer que conoció vía Facebook a un vecino de Amurrio de 40 años al que después convenció, en base a su supuesta necesidad económica, para que le transfiriera 21.000 euros a lo largo de seis meses. Evidentemente, nunca los devolvió.


No me explicó bien cómo hay personas que se fían de esta manera de gente a la que prácticamente no conocen, pero hay que admitir que ocurre con cierta frecuencia. Supongo que los que operan de esta manera son auténticos artistas de la estaba y que las víctimas son relativamente inocentes.

¿Cómo evitar estos delitos? La cárcel es una vía lógica, pero en el caso del vecino de Amurrio la condena por estaba es solo de 8 meses, por lo que la autora del delito no irá a prisión y podría eventualmente seguir actuando. Cortarle el acceso a Internet también es posible, aunque quizás sí debieran ser sometidos a cierta vigilancia.

Y en lo que a las víctimas respecta, como siempre resultan fundamentales la formación y la educación. Una norma básica de prudencia es no hacer ningún tipo de negocio con tiendas online o con particulares de los que no existe un cierto reconocimiento. Mi recomendación: leer detenidamente los históricos de las redes sociales de estas personas, especialmente si son públicos, y asegurarse de que sus «amigos» son personas reales. ¡No es tan complicado!

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