EITB contrata a la periodista socialista Nagore de los Ríos en un polémico proceso de selección
|Nos habíamos olvidado de Nagore de los Ríos, la periodista que fue community manager de Patxi López y posteriormente creadora de Irekia. Pero le vuelve a rodear la polémica. Esta vez porque ha sido la profesional seleccionada por EITB en un polémico proceso que todo parece indicar que ha sido tan «digital» como el puesto que va a ocupar.
El ente público buscaba desde octubre, con la colaboración de la consultora guipuzcoana ieTeam, un director de social media y de sus webs con conocimientos de inglés y euskera (además de castellano, se entiende). Y la persona finalmente seleccionada es Nagore de los Ríos, que según su linkedin no tiene conocimientos de la lengua vasca.
Esta última circunstancia es la que ha disparado un durísimo comunicado del sindicato LAB, que acusa a EITB de atacar gravemente los derechos lingüísticos de toda la sociedad vasca. «¿Tiene lógica que la persona que vaya a liderar el ámbito digital de EITB, una vez diseñada en euskera (Makusi, Gaztea, Primeran…), no sepa euskera?», se pregunta, antes de recordar que en el ente público existe una exigencia general de perfil lingüístico C1 (el tradicionalmente conocido como EGA y PL3 en términos europeos).
No voy a poner en duda el curriculum de Nagore de los Ríos en la gestión de redes sociales para hacer márketing político y corporativo. Tampoco su iniciativa, que le llevó incluso a emprender hace diez años. Pero no consta que tenga experiencia gestionando medios de comunicación y mucho menos euskaldunes.
Aunque sorprendentemente LAB no lo dice, el problema de fondo es que el hecho de que la persona seleccionada tenga filiación reconocida de un partido y no cumpla todos los requerimientos del puesto demuestra, en la práctica, que ha sido elegida a dedo. Y esto ocurre constantemente en las sociedades y entes públicos: abren procesos teóricamente subcontratados en los que se elige por criterios puramente subjetivos. Es decir, entre personas con carnet del partido que manda.
Con esta concepción de las administraciones como una especie de cortijo privado en el que pueden hacer y deshacer a sus anchas, los partidos políticos se saltan la necesidad de seguir procesos rigurosos de selección mediante concurso de méritos, las conocidas oposiciones. Y este corrupto funcionamiento hace daño a la sociedad vasca por dos vías: los buenos profesionales no pueden acceder a estos puestos y estas sociedades y entes públicos se llenan de personas que no hacen bien su trabajo por no tener las capacidades necesarias para ello.