Diez ejemplos de inteligencia artificial que empleamos habitualmente
|El big data y la inteligencia artificial (y el machine learning) parecen expresiones solo aptas para científicos y ratones de laboratorios. Sin embargo, sus usos se han extendido ya de tal manera que, sin darnos cuenta, estamos empleando aplicaciones de estas tecnologías de manera habitual en nuestro día a día. Veamos algunas:
– Google Translate. El traductor de Google se basa en estadísticas: si una frase que contiene palabras y verbos parecidos se traduce de esta manera, ésta otra lo hará de una forma similar. De ahí que cuantas más traducciones previas haya introducidas en el sistema, más inteligente será el traductor de Google.
– Siri. El software del iPhone que es capaz de interactuar con los usuarios también es obra de la inteligencia artificial. De ahí que sea capaz de responder a cuestiones planteadas previamente y a otras que son novedosas.
– Tinder. Esta app de contactos personales («dating») basa sus recomendaciones en los gustos, los amigos y otra infinidad de datos de cada usuario. Es inteligencia artificial aplicada a las relaciones personales. Una aplicación similar, la asiática Dil Mil, se basa en nuestro comportamiento habitual en las redes sociales pare recomendarnos una u otra persona.
– Búsquedas en Google. Desde hace unos años, la mayor parte de las respuestas a las búsquedas en Google se basan en inteligencia artificial. El buscador intuye lo que cada usuario queire encontrar a partir de otras búsquedas similares. Esto también se está aplicando en el comercio electrónico para recomendarnos automáticamente uno u otro producto en función de lo que el sistema intuye que nos puede interesar. Y cada día afina más.
– Amazon Echo. Se trata de una especie de altavoz que es capaz de escucharnos e incluso respondernos. En EE.UU. se ha hecho muy popular. Se parece a Siri con la diferencia de que está integrado en el hogar y facilita, por tanto, el control domótico.
– El filtrado del correo electrónico, que empezó con la eliminación del spam y prosigue con la clasificación automática en función del aparente interés que pueda tener. Esto es inteligencia artificial en estado puro y cada día funciona mejor.
– Los muros (o feeds o timelines) de redes sociales como Facebook, que solo incluyen aquello que el algoritmo de la red social entiende que se aproxima más a nuestro interés en cada momento. Esto lo hace mediante inteligencia artificial aplicada en tiempo real a cada uno de los contenidos que en principio podríamos llegar a visualizar. Funciona muy bien, aunque sigue teniendo cierto riesgo de manipulación ideológica.