¿Despedirías al trabajador que jugaba al golf estando de baja?
Hace un par de meses se hizo público el caso de un empleado de la compañía guipuzcoana HJ Garay que aprovechaba para irse de vacaciones a Menorca y jugar al golf mientras estaba de baja. La empresa, que sospechaba que algo no iba bien y puso un detective para averiguar lo que ocurría, le había suspendido de empleo y sueldo durante 60 días pero no llegó a despedirle. De hecho, según su linkedin sigue trabajando ahí.
No era un empleado cualquiera sino el director de IT y cobraba más de 100.000 euros al año. El detective de la agencia Winterman contratado por HJ Garay pudo comprobar que, estando de baja, acudía a jugar al golf de La Galea todos los días durante varias días, aprovechando su residencia en Getxo.
Como las fotos que demostraban esta circunstancia habían sido tomadas en un lugar de acceso restringido, los jueces anularon la suspensión de empleo y sueldo y, al entender que se había violado su privacidad, impusieron a la empresa una indemnización de 15.000 euros. Entre detective, multa y gastos judiciales, a HJ Garay le salió cara la broma.
¿Significa esto que hay que dejar a un trabajador campar a sus anchas mientras está de baja? En cierta medida sí. Ya son muchas las sentencias que ponen en cuestión la contratación de detectives para espiar a un empleado que no acude a su puesto por estar enfermo.
Para que una penalización o incluso un despido procedente fuera plenamente legal tendría que poderse demostrar que el trabajador estaba realizando una actividad que dañara su recuperación. Y aparentemente solo pueden aportarse pruebas tomadas en un lugar público, nunca en un gimnasio o club privado.
Otra cosa es despedirle de manera improcedente mientras está de baja, con su correspondiente indemnización. Si hay pruebas de que se había transgredido la buena fe contractual, es difícil que un juez echara atrás esta decisión de la empresa.
¿Por qué no lo hizo HJ Garay? Probablemente porque al tratarse de un directivo de un área técnica, su sustitución no iba a ser sencilla. Sorprende en cualquier caso, las molestias que se tomó la empresa para después solo sancionarle con 60 días sin empleo y sueldo.
