Caso Zaldibar: ¿Qué debería decir y hacer hoy el Gobierno Vasco?

Para los que amamos la comunicación en Euskadi, hoy va a ser uno de los días más apasionantes de los últimos 40 años. El Gobierno Vasco tiene que dar la cara sobre el accidente del vertedero de Zaldibar y lo tiene que hacer en el peor momento posible, en periodo preelectoral. ¿Qué espero que haga?

Al saltar al ruedo mediático, ya no caben barreras de contención, que es lo que se trató de aplicar al principio. Pero el tema tiene muchas aristas y cada una requiere un tratamiento diferenciado:

  1. Las cuestiones técnicas relacionadas con el accidente. Esto es probablemente de lo que más se va a hablar, siguiendo una táctica de despiste, ya que el común de los mortales no entiende ni pío de ingeniería y todo lo que se diga por el momento va a ser puramente especulativo. Pero el Gobierno Vasco dirá que fue culpa de la empresa y sanseacabó.
  2. Las cuestiones legales relacionadas con el accidente (licencia e inspecciones). El Gobierno Vasco repetirá lo que ya ha dicho anteriormente: que Verter Recycling operaba de acuerdo con la normativa vigente y que sufría inspecciones periódicas que no habían constatado ninguna anomalía grave. Sin embargo, espero que también anuncie una serie de medidas legales para endurecer la operativa de este tipo de vertederos y especialmente para garantizar que sus gestores tienen una elevada cualificación técnica. Al fin y al cabo, no es de recibo que unos promotores inmobiliarios, la familia Barinaga, estuvieran gestionando uno de los principales depósitos de residuos de Euskadi sin tener experiencia alguna al respecto y habiendo operado anteriormente al margen de la ley.
  3. Las cuestiones sanitarias, que son las que han llevado este asunto hasta la opinión pública. Aquí no cabe otra que una asunción de responsabilidades por parte de las autoridades sanitarias, que deberían haber advertido de eventuales riesgos mientras el CSIC hacía sus exámenes de dioxinas. Seguramente aparecerá la consejera de Salud pidiendo perdón, pero lamentablemente no lo hará el de Medio Ambiente, que es el que debería haber advertido desde el primer momento de la existencia de plásticos combustibes en un vertedero que no debía albergar este tipo de residuos. Como el Gobierno Vasco está ahora mismo disuelto, no habrá dimisiones.
  4. Las cuestiones de seguridad. Se explicará que, en el rescate, se ha actuado constantemente siguiendo los protocolos existentes, que no albergan demasiadas dudas sobre la necesaria prudencia. En principio, no ha habido problema alguno de coordinación y solo es discutible la tajante negativa a contar con ayuda del Ejército.
  5. Las cuestiones políticas. Esta es la madre del cordero, ya que en el país en que vivimos, los debates se suelen centrar exclusivamente en este aspecto y no en el técnico. Como la Consejería de Salud habrá asumido la responsabilidad, creo que el lehendakari no saldrá tan dañado, que es lo que busca la oposición al pedir su comparecencia. Cabe la duda de qué hará el consejero de Medio Ambiente, Iñaki Arriola, que pertenece a otro partido, el PSE, que tiene tanta o más responsabilidad, tanto in vigilando (mirar para otro lado) como por la gestión inicial del tema. Su comparecencia ante un plasma llamado Irekia hace dos días no es una buena señal.

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