Asier Rufino (Tecnalia Ventures): «Si no aportamos apoyo tecnológico, no nos interesa invertir en una startup»

Asier Rufino (Irun, 1975) estudió empresariales en la UPV y estuvo trabajando para consultoras y bancos de inversión en países tan diversos como Irlanda, Francia, Reino Unido y Emiratos Arabes Unidos. Finalmente, Orkestra y Tecnalia consiguen que regrese a Euskadi, en el último caso para poner en marcha una oficina de transferencia tecnológica a startups, Tecnalia Ventures.

Esto es lo más interesante que nos contó en la entrevista que le hicimos:

  • Rufino empezó a conocer startups desde muy pronto. En 2001 empezó a trabajar para BNP Paribas con el objetivo de buscar empresas que tuvieran tecnologías integrables en el banco para invertir en ellas. Más adelante se dedicó a asesorar a varias de esas startups hasta su regreso final a Euskadi. «En 2012 me contactó Iñaki San Sebastián, que quería traer a Tecnalia el modelo de transferencia tecnológica a startups que se practica en Israel. Al final hemos ido más lejos porque a las empresas no les interesa tanto que les demos tecnología como la cuenta de resultados o las ventas. Acuñamos el término de venture building e invertimos en las startups, aunque solo cuando les podemos proporcionar también apoyo tecnológico. Además, gestionamos las participadas de Tecnalia y hacemos consultoría para terceros en corporate venturing», explicó.
  • Entre las startups que han nacido de Tecnalia Ventures, Rufino mencionó a H2Site (producción de hidrógeno en cualquier sitio), Nautilus (eólica offshore), Fesia (dispositivos médicos), Digimet (recuperación de polvos de acería), Go4IT (software), Biokemik (productos químicos), Ingredalia (foodtech) o Vixion (industria 4.0). «Para identificar áreas de inversión dejamos que los investigadores de Tecnalia hagan pitches internos junto a los que nosotros llamamos commercialization specialists, que les ayudan a adaptar la presentación a inversores. Los proyectos seleccionados entran después en una aceleradora en la que deben demostrar su modelo. De ahí han salido doce startups hasta el momento. El 10% han caído. Nuestra vocación no es de venture capital sino de sacar adelante las empresas y transferírselas después a un tercero para que sea semilla de una nueva unidad de negocio», explicó.
  • A la hora de identificar las próximas áreas de inversión, Rufino menciona expresamente la transición energética, la movilidad sostenible, la salud, los ecosistemas urbanos y la transformación digital. Y ve a muchas corporaciones interesadas en participar en startups como vía para innovar pero que no lo hacen con una buena metodología. «Organizan retos para interactuar con empresas de nueva creación pero pensando más en sus propios intereses. Es un error. Deberían tener equipos especializados para realizar esta labor, además de fomentar el intraemprendimiento y la colaboración con otras compañías. Uno de nuestros objetivos fundamentales es que los proyectos de I+D tengan luego un resultado que vaya más allá», sentenció.

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