Así se fraguó el viaje «fantasma» del consejero Jauregi a Japón

Después de ser vapuleado en el Parlamento Vasco por el popular Alvaro Gotxi, al consejero de industria Mikel Jauregi le pusieron en evidencia los jugadores del Athletic Club. Su visita a los trabajadores de Bridgestone en Basauri sirvió a muchos tuiteros para recordar que los futbolistas habían hecho más por los empleados de la planta de fabricación de ruedas que el máximo responsable institucional en la materia.
Con fuego también en Madrid, esta vez de la mano de Bildu, la situación era crítica y los asesores de Jauregi decidieron que debían hacer algo con urgencia. Es en este contexto como se fragua el viaje del consejero de industria a Japón la semana pasada, pensado única y exclusivamente para transmitir la imagen de que el sociólogo guipuzcoano había cogido el toro por los cuernos para plantarse en la sede de Bridgestone en Tokio.
La escapada, la segunda al mismo destino en apenas cinco meses, se organizó tan de prisa y corriendo, con una enorme improvisación, que casi todo ha salido mal. Empezando por los compromisos institucionales adquiridos anteriormente para esos días, como su presencia en la asamblea de Cebek. Al equipo de Jauregi se le olvidó avisar del cambio de planes a la patronal de Bizkaia, que se encontró con la sorpresa el mismo día que reunía a todos sus asociados.
Pero lo peor es la propia agenda en Japón, en la que no figura reunión alguna con Bridgestone, aunque El Correo asegura lo contrario sin citar con quién se habría sentado. Tampoco hay fotos en las puertas de la multinacional, que es lo que probablemente buscaban sus asesores, con muy poco éxito.
A los responsables de la oficina de Spri en el país nipón les había llegado el encargo de sentar a Jauregi «con quien fuera» con tanta premura que apenas les dio tiempo a mover los hilos necesarios. Véase que los anfitriones de una de sus visitas la describen como «surprise». De ahí también que la reunión más importante, la que realizó con el supuesto viceministro de Finanzas de Japón, sea tan fantasma como todo el viaje.
Según Irekia, Jauregi se entrevistó con Kuniyoshi Azuma, teórico responsable de las inversiones niponas en el exterior. Lo cierto es que no es más que un secretario de un miembro del parlamento sin responsabilidad ejecutiva alguna. Como colofón, el mismo día que regresaba de Japón los trabajadores de Bridgestone aprobaban mayoritariamente la propuesta de despidos de la multinacional nipona.
