Apuntes de una turista holandesa en Bilbao
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Una amiga holandesa ha pasado unos días de turismo por Bilbao, así que me he animado a preguntarle sus impresiones para saber qué hacemos bien y qué hacemos mal. Me ha resultado un testimonio interesantísimo, así que he decidido compartirlo por aquí.
Empecemos con los puntos positivos:
– Se vino a Bilbao por dos razones: el Guggenheim y el hecho de que haya conexiones directas desde Amsterdam con KLM. Tener un buen aeropuerto y un icono arquitectónico mundial marcan la diferencia.
– Entre las cosas para ver tenía apuntadas dos como indispensables: el Guggenheim y San Sebastián (que no Donostia, que no sabía lo que era). Esto indica la complementariedad que existe hoy entre Bilbao y Donostia.
– Le gustó mucho la arquitectura de Bilbao, al margen del Guggenheim. La verdad es que la capital vizcaína y Neguri tienen unos edificios preciosos que, a mi juicio, no están suficientemente destacados ni siquiera para los que vivimos aquí. Si de mí dependiera, pondría placas explicativas en todos los edificios interesantes y trazaría rutas de visita.
– Lo que más le ha sorprendido ha sido la mezcla de playas, costas abruptas y montañas que hay a pocos kilómetros de Bilbao. Sin embargo, hay pocos viajes organizados para ir a sitios como Gaztelugatxe.
Y ahora los puntos negativos:
– El desconocimiento del inglés, salvo en las oficinas de turismo, le ha sorprendido. Incluso en el hotel, en restaurantes y en tiendas importantes le costó encontrar a alguien que pudiera hablarlo. Si queremos más turistas, ya es hora de que nos pongamos las pilas.
– En Bilbao es relativamente fácil meterte accidentalmente en zonas «chungas». Hablo incluso de los aledaños del Teatro Arriaga y El Arenal, que por la mañana están, al parecer, plagados de yonquis. Habría que vigilar este tipo de cosas para mejorar nuestra imagen. A un guiri le sorprende ver a alguien inyectándose heroína en plena calle.
– Para ir a Donostia pensó que el tren sería la mejor opción. Menos mal que me lo dijo a tiempo y pude convencerla de que utilizara el autobús. Y esto no está en las guías…
– Como buena holandesa, quería andar en bicicleta. Le sorprendieron dos cosas: las dificultades que hay para alquilarlas sin saber castellano y la ausencia de información de rutas para ciclistas. Un mensaje para la Diputación: no es normal que no haya un carril para bicis entre los dos principales atractivos turísticos de Bizkaia, el Guggenheim y el Puente Colgante, que están separados por apenas 6 kilómetros sin repechos. Le expliqué cómo hacerlo por carretera y vino encantada por el recorrido.
¿6 km del Guggy al Puente Colgante? 16 igual…
¿Yonkis en el Arenal? Yo vivo en esa zona desde hace años y no he visto a nadie inyectarse nada ni restos de ese tipo de actividades. Ya es mala suerte venir un par de días y verlo. Me sorprende… MUCHO.
Me dijo que debajo del puente del Arenal hacia las 9-10 de la mañana.
Agradecer el post en bien del turismo, pero me parece un poco exagerado; yonquis en el Arenal? pues igual habría, pero no es lo más común.
gente que sepa inglés? sí que hay, y bastante.
alquiler de bicis? hay bastantes webs en Bilbao, y gran parte de ellas enfocadas al turismo
http://www.tripadvisor.es/Attractions-g187454-Activities-c25-Bilbao_Vizcaya_Province_Basque_Country.html
En fin, creo que si su amiga se hubiese preparado un poco el viaje, no habría dado lugar a este post.
hay una oficina de turismo que nos ha costado mucho….
y enhorabuena por la web, que una cosa no quita la otra.
en cuanto al turismo, hay empresas que estamos enfocadas a dar a conocer lo mejor de nuestra tierra, y creo que entre todos lo lograremos, dado que el producto es excelente y por explotar
Esta chirenada no la pones solo para suscriptores?
Bueno, vamos a ver, señores:
Estamos cometiendo el error de siempre, que es ver el negocio turístico desde el punto de vista del que piensa que la gente debe venir porque yo lo valgo y el País Vasco es la hostia en lata. ¿Prepararse mejor la excursión? Asi no se trata al cliente. Se supone que si este quiere venir es por algo bueno que va a encontrar en el lugar de destino, y eso incluye no solo una buena guía para el alquiler de bicis, sino menús de restaurante traducidos a otros idiomas, cuartos de baño bien cuidados en bares y cafeterías y otros detalles de valor añadido.
Por favor, no nos pongamos dramáticos. Si esa turista holandesa dice que ha visto yonkis pinchándose bajo el puente de El Arenal no somos quiénes para ponerlo en duda. Haríamos mejor en mandar una patrulla de la Ertzaintza para que compruebe si es cierto. Y si dice que sabemos poco inglés, lo que hay que hacer es poner a prueba los conocimientos de la población. A lo peor nos llevábamos una desagradable sorpresa.
El cliente es el centro del universo empresarial. Con mayor razón todavía en un sector tan frágil y competido como el turístico.
lo del inglés sigue siendo asignatura pendiente. no te digo ya otros idiomas. se puede hacer una prueba empírica. una cuadrilla de pintxos y potes por el Casco, Indautxu y Ledesma, pidiendo en euskera – inglés – francés. a ver qué sale…A mí me ha pasado y da penita.
a ver.
lo de la heroína en el arenal no se lo cree ni ella.
lo de los idiomas, como todo, si preguntas a jóvenes cuatro indicaciones te saben dar. lo de que en el hotel no sabían inglés, como lo de la heroína, no se lo vuelve a creer ni ella. inglés y otros idiomas también.
hay que mejorar el inglés, claro, pero no sabemos menos inglés que el resto de España, Francia o Italia (potencias mundiales en turismo, por cierto).
lo del tren. bilbo donostia una braga, cierto, pero no te creas tu que el nivel de tren de otros sitios es la caña. yo cuando voy por ahí miro cual es el mejor modo y pista. y un bus que une el centro de dos ciudades en una hora y con frecuencia altísima pues no sé para qué más,
por cierto, bilbao tiene menos índice de delincuencia que Amsterdam.
Lo de la heroina en el Puente de El Arenal ya sabemos que tiene pocas probabilidades de ser cierto. Pero no es esa la cuestión: lo importante es que una clienta de nuestras infraestructuras turísticas se ha quejado. Lo que hay que hacer no es ofenderse y adoptar la actitud de los musulmanes en Egipto: «Señora, no han podido levantarle el bolso porque la religión musulmana prohíbe robar». Si alguien dice que hay yonkis pinchándose en la vía pública, lo que hay que hacer es avisar a una patrulla de la Policía Municipal o la Ertzaintza para que vayan a explorar el terreno. Y esto no tiene vuelta de hoja.
En cuanto a lo del inglés, hay opiniones para todos los gustos. Tampoco ahí nos podemos refugiar en el conformismo. Perfeccionarlo aun más para ponerlo al nivel de otros países más avanzados tampoco nos hace daños.
Señores, hay que tener cuidado con esa mentalidad de contentarse con lo que hay y de compararse ventajosamente con todo lo que hay de Pancorbo para abajo, mentalidad típica de los funcionarios y tenderos del siglo XIX que fueron nuestros antepasados. Si seguimos instalados en esa forma de ver las cosas, no llegaremos más lejos de lo que llegaron ellos.
sí, hay que atender en cuenta la opinión de los turistas, pero como todo con sentido crítico. y en lo que decía la holandesa esta, yo creo que hay cosas que objetivamente no son ciertas. pero ni cerca; ni de coña. Ni yonkis, lo del inglés me parece exagerado (lo de la recepción del hotel), ni ir en bus a donostia es ningún drama. ya lo decía la canción «siempre el cliente no tiene la razón».
Ese tipo de argumentos son típicos de quien se gana la vida como funcionario o detrás de un escritorio. Lo sé porque hace seis meses yo pensaba lo mismo. Mi trabajo ocasional como guía turístico me ha permitido darme cuenta de lo inconveniente -con esto no quiero decir que sea erroneo, sino que como método de trabajo ya no sirve- que es para hacer frente al cambio económico que se nos viene encima.
Los turistas que yo llevaba en el autobús a visitar el Guggenheim, el Casco Viejo o el Puente Colgante eran la clientela de las empresas que me contrataban. Si ellos decían que el aire acondicionado estaba demasiado alto yo lo bajaba; si querían prolongar su estancia en el Guggenheim durante 20 minutos, yo se los daba, sin esperar a recibir confirmación de mis jefes por el cambio de planes, que podía suponer, por ejemplo, un acortamiento de la visita al Casco Viejo. Si el vigilante se quejaba porque mis clientes no querían formar un grupo compacto, yo no le hacía ni puto caso. No me molestaba ni siquiera en traducir lo que me estaba diciendo.
Pasamos dos veces junto a la pasarela Calatrava, y después, en la encuesta que hicieron a bordo del barco, un par de señoras ochentonas y muy albardadas dijeron que no habíamos pasado junto a la pasarela Calatrava. Yo tenía a mi favor el registro del GPS, pero en ese momento, si hubiese estado enfrente de esa gente, ni por asomo se me habría pasado por la cabeza contradecirles. Habría dicho: «Tiene usted razón, señora, un fallo. No se volverá a repetir». A mi jefa, eso sí, le mostré el protocolo del GPS.
Con respecto a algunas quejas de la holandesa en cuestión, que tanto parece estar dando que discutir en este hilo, debo decir que he sido testigo de deficiencias en el servicio que no andan muy lejos de lo que ella cuenta. De un prestigioso café de El Arenal -cuyo nombre no vamos a citar- uno de mis clientes (un arquitecto jubilado) salió quejándose de que en la barra no le hacían ni caso, y me preguntó si en Bilbao la gente tenía algún motivo especial para odiar a los estadounidenses. Como respuesta le recomendé que fuese a la cafetería del Tryp, porque allí atienden bien y además el camarero habla inglés.
Los próceres de Euskadi, con el Lehendakari Urkullu a la cabeza, nos están diciendo que es necesario internacionalizar la economía vasca, ser buenos vendedores, modernizar la industria, aumentar la productividad y otras zarandajas tópicudas por el estilo. Se van a Mexico a buscar negocios. Gastan veinte millones en planes de formación. Pero hasta ahora no le he oido decir a ninguno que Euskadi debe desarrollar un concepcto de la economía orientado al cliente.
Supongo que eso se debe a que la mayor parte de estos dirigentes son funcionarios o han sido educados por los jesuitas. Y sin embargo, esa cultura cilentocéntrica -perdóneseme el palabro- es una pieza esencial en nuestro nuevo ciclo económico caracterizado por la globalización y la innovación.
No es exagerado decir que sin esta pieza nada funcionará, por mucho modelo vasco, mucho Concierto Económico, muchos Ejercicios Espirituales de San Ignacio y muchos chistes de bilbaínos que contemos.
la culpa es de los jesuitas.
En parte puede que sí.
El tren directo de Euskotren Bilbao-Donosti (hay dos al día) tarda 2:20 y no es mala opción para quien no tenga prisa y quiera deleitarse en el recorrido. Si se trata de aprovechar el día yendo a primera hora y volviendo por la tarde es mejor la opción del bus, pero si es de un día para otro, es un recorrido interresante.
Prueben alguna vez, que seguro que ninguno de vds. ha hecho ese recorrido y hablan de suposiciones
tb sería muy bonito hacerlo andando (y seguro que tu no lo has hecho).
jojojo… Yonkis en el Arenal, y barrios chungos dice… vaya Holandesa! eso es que ha andado poco por Amsterdam.
Lo del Arenal no lo déis por seguro al 100%. Ella se fue a correr por la mañana y es posible que lo que me dijera que era El Arenal fuera en realidad el otro lado de la ría.