Antonio Catalán, el hotelero de Corella

Por casualidad ha caído en mis manos una entrevista que le hacen en la revista municipal de Pozuelo a Antonio Catalán, el navarro que creó primero NH Hoteles y después AC Hotels (AC son precisamente sus iniciales). Este empresario siempre me ha parecido bastante admirable e, incluso, tiene el valor de meterse en política, cosa rara entre sus pares.

Catalán, que ahora vive en Pozuelo, un municipio conocido por ocupar la primera posición (junto con Getxo) en renta per cápita a nivel estatal, ha creado su imperio de la nada. Y lo que es más admirable: lo ha creado una vez y lo ha recreado una segunda vez. Su receta: suerte (estar ahí en el momento oportuno), buena gestión (mentalidad de ahorro), mucho trabajo (se levanta todos los días a las 7 de la mañana, pese a ser multimillonario), persistencia (creer en la idea), optimismo y divertirse trabajando («me lo paso bien trabajando», dice).

Me quedo con esta frase sobre su estado de ánimo: «Soy un afortunado de la vida, tengo mil veces lo que soñaba de pequeñito y soñaba ser independiente, que nadie me mandara. Es una deficinión importante. A partir de ahí, dices: ¿qué le voy a pedir yo a la vida?».

En lo que a la política respecta, es conocida su amistad con Miguel Sanz, el presidente navarro de UPN. No es extraño, por tanto, que se posicione a favor de un acuerdo entre PSN y UPN para gobernar la comunidad foral. «Navarra es una comunidad muy bien gestionada, su modelo es espléndido», concluye. Curioso este edén que no ha podido retener a su ciudadano más ilustre…