Angela Yun Xu (Ming Da Consulting): «La gente se piensa que en China se puede vender cualquier cosa»

Angela Yun Xu (Danyang, China, 1982) daba clases de chino a su actual marido y acabó instalándose con él en Donostia. En la capital guipuzcoana ha creado una consultora, Ming Da, especializada en apoyar a empresas y profesionales vascos que quieren hacer negocio en China y viceversa. A su juicio, hay mucho interés en este país pero también desconocimiento.

Esto es lo más interesante que nos contó en la entrevista que le hicimos:

  • Xu estudió filosofía inglesa y se especializó en enseñar chino y cultura china a extranjeros en Suzhou, la ciudad cercana a Shanghai en la que está enclavado un parque industrial en el que se han instalado muchas compañías vascas. Ella montó una academia y su actual marido, gerente de una firma electrónica de Gipuzkoa, se convirtió en uno de sus alumnos. Cuando llegó a Donostia en 2015 se dio cuenta de que había un boom del chino, por lo que no le costó mucho encontrar trabajo. «Con el tiempo monté mi propia consultoría en la incubadora de Deusto y con la ayuda de mi marido», explicó.
  • Sus clientes han venido de contactos anteriores y de visitas que ha hecho a empresas que ya tuvieran presencia en China. Normalmente buscan ayuda para implantarse en China o para acudir a ferias y necesitan asesoramiento en temas de impuestos y búsqueda de proveedores o incluso distribuidores. «Estuvimos haciendo un trabajo para una empresa que quería vender txakoli en China, aunque finalmente les aconsejamos no hacerlo. Pensaban que, como China es tan grande, tendrían muchos compradores, pero no se daban cuenta de que es necesario exportar muchas botellas y que el vino tinto aguanta mejor estos viajes», explicó.
  • Otro tipo de clientes son los propios chinos, que cada día están más interesados en utilizar proveedores de calidad europeos. Así, Xu ha trabajado para una firma asiática de ferrocarriles que quería auditar a un proveedor vasco de piezas y ha hecho un trabajo similar para una compañía de aeronáutica. «China ya no es solo una fábrica barata y cada vez quiere suministrar productos de mayor valor añadido, por lo que necesitan empresas extranjeras. Primero piensan en Alemania y nosotros tratamos de convencerles de que pueden encontrar en Euskadi a quien les pueda proporcionar un determinado componente. Hay mucho interés por las piezas de máquinas, automoción, ferrocarril, biotecnología y aeronáutica», explicó.
  • La covid-19 ha afectado mucho a su trabajo, ya que los viajes son prácticamente imposibles. La videoconferencia no es, además, muy recomendable para sellar acuerdos con chinos. «Ellos valoran mucho las relaciones personales. Para cerrar un trato es preciso conocerles, cenar con ellos. La situación actual lo enfría todo y especialmente los negocios internacionales», reconoció.
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