Alain Vivas (Zerbimek): «Me quedé en paro con tres niños y tuve que emprender por necesidad»

Alain Vivas (Vitoria-Gasteiz, 1982) estudió diseño industrial y trabajó muchos años en diversas áreas de empresas de metal hasta que, en 2014, con tres niños en su haber, se quedó en paro. Donde otros verían el abismo, este emprendedor por necesidad vio la oportunidad de hacer algo que le llenara por completo. Así nació en Arrasate Zerbitzu eta Gestio Mekaniko Integrala, Zerbimek.

Esto es lo más interesante que nos contó en la entrevista que le hicimos:

  • Al quedarse en paro, apoyado por su mujer, Vivas se dio cuenta de que era el momento de emprender. Por una parte, por necesidad y, por otra, para poder trabajar haciendo algo que le llenara. «Era un ahora o nunca. Podíamos contar con el sueldo de mi mujer y con algunos ahorros, así que decidí empezar algo nuevo, sin saber muy bien a dónde iba encaminado. Es verdad que no me lo pensé mucho. Primero me lancé y después lo pensé. A mi padre le dije que hay veces que es mejor hacer las cosas sin pensarlas. Es verdad, eso sí, que he tenido en todo momento la ayuda de un consultor adjunto, Garikoitz Ibabe, que me ha ayudado mucho a medir los riegos de las decisiones que tomaba. Ha sido una figura muy importante porque yo no soy gestor», explicó.
  • Zerbimek ofrece mecanizados a la medida para clientes del ámbito mecánico e industrial. Desde el diseño hasta el montaje de las piezas en todo tipo de materiales, aunque generalmente para tiradas cortas de entre 1 y 10 unidades. «Somos sastres a medida. Hay una labor de acompañamiento con el cliente y otra de producción, que es interna. Nos hemos intentado desmarcar de la competencia, que es muy amplia, con un modelo 4.0 en el que damos más importancia al servicio y a la calidad, además de cumplir siempre los plazos de entrega marcados. Todo ello con certificaciones y un control permanente de los procesos. En realidad, solo he aplicado lo que me gustó de mis trabajos anteriores», explicó.
  • Para captar los primeros clientes, Vivas reconoce haber tenido que vender juventud y ganas más que pruebas palpables de su capacidad de ejecución. Pero con el tiempo la demanda se ha consolidado, Zerbimek ha salido incluso al exterior y actualmente se plantea nuevos servicios. «A muchos clientes les decía que me llamaran si tenían un problema y urgencia y así me ha ido llegando mucha gente. Les hemos dado buen servicio y han repetido. Ahora estamos 21 personas y plantilla y nos están llegando los primeros clientes de Francia. En cuanto a proyectos, estamos inmersos en el tema de la captación de datos en planta para poder adelantarnos a las posibles incidencias de las máquinas. Trabajamos con Fagor Automation y Lagun en esta línea», explicó.

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