Aitor Priya (TiendaAzul): «Las tiendas físicas nos ayudan a generar confianza en la venta online»

Hay pocas empresas que facturen más de diez millones de euros vendiendo objetos por Internet. Y Aitor Priya (Azpeitia, 1977) gestiona una de ellas, TiendaAzul, la primera tienda online de electrodomésticos que se abrió en España. En la entrevista, explicó que su principal especificidad es que combina lo virtual con establecimientos físicos.

Otras cosas interesantes que contó:

  • Cuando abre TiendaAzul en 1999 muy poca gente compraba por Internet. «El que pedía una lavadora por Internet solo lo hacía para no desplazarse hasta la tienda. Había muy pocos pedidos, no más de uno o dos al día, y nos costaba mucho crear las fichas de los productos. Pero el margen era mucho mayor. Era más una diversión que otra cosa», recordó.
  • En 2010 Aitor Priya coge el mando de TiendaAzul, que hasta entonces había gestionado su padre, junto a Iñaki Azpiazu. «Para entonces todo el mundo había aprendido a vender por Internet y los precios se habían reducido. Pero decidimos darle la vuelta al negocio, incorporando más proveedores y más marketing», explicó.
  • Actualmente las ventas provienen de tres canales bien diferenciados: la web, dos tiendas físicas en sendos pueblos de Gipuzkoa (0,4% de los ingresos), los marketplaces de terceros (Amazon, CDiscount, Rakuten, Carrefour, PCComponentes, Aliexpress o El Corte Inglés), el por mayor y las ventas internacionales. Los marketplaces, que operan como centros comerciales, le generan no pocos dolores de cabeza: «Las condiciones son muy duras y siempre a favor del cliente final, que muchas veces ha aprendido a engañar a la tienda. Si algo sale mal, nos lo comemos nosotros», explicó.
  • Para atraer tráfico, TiendaAzul invierte mucho en SEO, Google Shopping y publicidad online. España, Portugal, Italia, Francia y Alemania son sus principales mercados. «Crecemos más del 10% al año y tenemos 17 empleados», explicó.
  • Un problema de su sector es el fraude por parte de competidores que abren una tienda, venden productos baratos y desaparece en dos semanas. De ahí la táctica de disponer de tiendas físicas propias, que pretenden reforzar con una más. «Algunas son deficitarias, pero dan confianza a la gente y también atienden a clientes que no confían todavía en Internet», explicó.
  • El confinamiento ha impulsado las ventas online, especialmente de algunos productos como televisores o maquinillas de cortar el pelo, que han agotado. «Mucha gente ha necesitado comprar online porque las lavadoras no entienden de coronavirus y se estropean.

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