Aitor Arrizabalaga (Orza): «En Euskadi hemos pasado del radio macuto a un verdadero ecosistema de inversores y startups»

Aitor Arrizabalaga (Ondarroa, 1970) es el director de Orza, uno de los principales fondos de capital riesgo que operan en Euskadi. En esta entrevista nos explicó cuál es su política de inversión y habló del ecosistema vasco de emprendimiento, que a su juicio ha madurado sustancialmente.

Le entrevistamos y esto es lo más interesante que nos contó:

  • Orza pertenece a partes iguales a Geroa y Elkarkidetza, dos fondos de pensiones pertenecientes a los trabajadores de gran parte de las empresas de Gipuzkoa y a los funcionarios vascos. Aunque la mayoría de su patrimonio se invierte a través de fondos de terceros, en 2005 decidieron invertir directamente en empresas vascas. Así nace Orza.
  • Orza maneja unos 100 millones de euros y la mayor parte se dirige a empresas convencionales, generalmente industriales, inmuebles y fondos de capital riesgo. Unos 15 millones se dirigen a startups y compañías que lo han sido pero ya han madurado. El 75% está invertido en País Vasco y Navarra. «Estas zonas ofrecen unas posibilidades de diversificación de inversión que permiten centrarse en ellas sin correr excesivo riesgo. Hay todavía mucho recorrido», explicó.
  • Las primeras inversiones de Orza fueron en Igepak (llenado de aerosoles), en Previfor (simulación de riesgos laborales) y AJL Ophthalmic (productos para oftalmología). En una de estas compañías todavía sigue participando, lo que demuestra que es un inversor a largo plazo. «Igepak es muy rentable, presenta proyectos de crecimiento de forma permanente y nos sentimos muy cómodos. Podemos ser socio de una empresa a largo plazo. Solo pedimos que tenga planes de crecimiento. No queremos estar en empresas que languidecen», explicó.
  • Orza no funciona como un fondo convencional, lo que explica que no esté obligado a vender sus participadas al cabo de unos 5-10 años. «Estamos constituidos como agrupación de interés económico, lo que nos quita las ventajas fiscales de los fondos de capital riesgo pero tambien evita que estemos sujetos a la regulación de la CNMV. Muchos family office utilizan la misma fórmula», explicó.
  • Las cantidades que invierte en las empresas pueden variar sustancialmente, habiendo llegado incluso a los 2 millones de euros. Lo que sí define a Orza es la búsqueda de la rentabilidad, porque de ello dependen las pensiones de sus socios, y la apuesta por el tejido empresarial local. Es el caso de AJL Ophthalmic, de la que solo desinvirtieron cuando quedó garantizado que el control seguiría en manos de accionistas locales.
  • En startups su interés se dirige hacia el hardware y especialente los medical devices, electrónica, robótica y drones. Y destacó dos casos: iLine y Biolan, que hoy tienen 80 y 40 trabajadores respectivamente pero que eran modestas startups cuando Orza entró en su capital.
  • ¿Cómo llegan a Orza las oportunidades de inversión? Aquí Arrizabalaga ha detectado cierta evolución: de radio macuto se ha pasado a un ecosistema en el que hay ámbitos de contacto entre startups e inversores. Recomienda, eso sí, que los emprendedores sean realistas y no vengan con exigencias de valoración muy altas aprendidas en escuelas de negocio norteamericanas. «Es difícil llegar a acuerdos con ellos y muchos promotores acaban muriendo en el intermedio», explicó.

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