2022, el año del «no code»

Este año es muy probable que escuches hablar de «no code» hasta en la sopa. Y es que se han empezado a hacer muy populares una serie de plataformas online que permiten construir webs, aplicaciones móviles y herramientas de uso empresarial sin saber programar.

«Rompen barreras de dificultad técnica», apunta el ingeniero gallego Alex Bernardo Díaz, autor de un podcast sobre este tipo de programas. Díaz trabaja desde hace un año en una startup madrileña que se ha especializado precisamente en hacer productos digitales con herramientas no-code, Minimum.run.

Las principales ventajas que aporta son el menor coste y una mayor agilidad a la hora de poner en la práctica ideas que con sistemas clásicos de programación podían requerir meses de desarrollo. Todo ello sin olvidar que, al ser el área de negocio la que controla el proceso desde el principio hasta el final, es más fácil acertar sin perderse en el camino de la programación.

¿Significa esto que va a terminar la época dorada de los programadores? No necesariamente, porque el no-code está indicado para casos más o menos genéricos y no puede abarcar situaciones más complejas. «Siempre necesitaremos a programadores, pero el 99% de las veces será suficiente con las herramientas no-code», opina el ex arquitecto valenciano Bosco Soler.

Ahí quizás tenga más éxito el low-code, que exige cierto conocimiento técnico para su utilización, campo en el que Siemens y Microsoft son líderes con Mendix y Power Apps. Gartner hace ya años que analiza este tipo de plataformas para identificar su posicionamiento a través de sus conocidos «cuadrantes mágicos»:

Sea como fuere, éstas son las principales oportunidades que está generando el no-code:

  • Creación de agencias de desarrollo especializadas en no-code y puesta en marcha de departamentos especializados. Lo que hasta el momento ha sido un servicio demandado solo por startups, empieza a captar la atención de empresas mucho más grandes. Conviene ver en este sentido lo que ha hecho la agencia francesa Fabernobel, que tiene ahora mismo a 10 personas dedicadas al no-code.
  • Aparición de un nuevo perfil profesional de «especialista en no-code». Se trata de un analista con elevados conocimientos del negocio de la empresa y de las diversas herramientas disponibles en el mercado. Tiene una mínima capacidad técnica para entender su funcionamiento y, sobre todo, de adaptarlas a las diversas necesidades de su organización. Por resumir, muchas cosas que hasta ahora se podían hacer con excel se irán poco a poco migrando a aplicaciones no-code que permiten integrar datos de diversas fuentes con la web y un CRM básico. ¡Y eso no lo hace cualquiera!
  • Desarrollo de más herramientas no-code o, cuando menos, low-code. Por resumir, cualquiera que disponga de un software propio de uso online (SaaS) debería empezar a pensar cómo integrarlo con otras aplicaciones de una forma visualmente muy intuitiva. Se acabaron las islas de programación y hoy la tendencia es la interacción, sobre todo de datos, y la flexibilidad para adaptar un programa a otros usos no inicialmente previstos. Para hacerse una idea de lo que viene, basta con recordar que ya hay dos unicornios entre las aplicaciones no-code: Airtable (valoración de 2.600 millones de dólares) y Retool (1.000 millones).

Ejemplos de nuevos profesionales especialistas en aplicaciones no-code son el ya mencionado Alex Bernardo Díaz y el vasco Asier García Morato, periodista de formación y hoy desarrollador. «Yo empecé haciendo cosas con programas no code en las que arrastraba unos pequeños bloques que hacen pequeños programas. Vale con saber la lógica. No hace falta conocer el lenguaje», explicó en una entrevista con Gananzia.

Para terminar, estas son las principales funcionalidades y las aplicaciones no code más populares del mercado en este momento:

  • Crear webs o apps móviles. Además de WordPress, que es más low-code que no-code, aquí se sitúan Wix, Webflow, Bubble.io (especializado en apps), Adalo, Carrd, Glide o el propio Shopify, ideal para hacer tiendas online.
  • Recopilar datos para su posterior análisis. Aquí encajan desde un Google Forms hasta Airtable, una especie de mezcla entre excel y bases de datos que permite concebir muchas pequeñas herramientas dirigidas tanto a la gestión como al marketing. También encajan aquí IFTT, Panoply o Y42.
  • Automatización de workflows y RPA. Además del propio Airtable (Automations), aquí encajan Honeycode (de Amazon), Zapier, Notion, Toca y las low code Mendix, Microsoft Power Apps, OutSystems o ServiceNow.

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