¿Qué ha pasado con las denuncias contra Google por abuso de posición dominante?
|Hace un año las empresas Ciao (Alemania), eJustice (Francia) y Foundem (Reino Unido), a las que luego se unió Microsoft, demandaron a Google ante la Comisión Europea por abuso de posición dominante. A su juicio, el buscador dominante retrasaba en sus resultados las webs de estas compañías en beneficio de otros productos propiedad de la propia Google. ¿Qué ha ocurrido?
Es un caso sumamente interesante, pues esta queja afecta de forma creciente a multitud de páginas. Con la creación del nuevo algoritmo Google Panda, el problema no ha hecho sino aumentar y ya hay nuevas empresas, como la francesa Twenga, dispuestas a demandarle por competencia desleal. Argumentos no le faltan. Sus webs han caído en picado mientras que Google Shopping, que ofrece un servicio similar de comparación de precios, mantiene su posicionamiento.
Por si fuera poco, en la Comisión Europea le tienen ganas a las multinacionales de Internet, hasta el punto de que este año se ha abierto una investigación sobre la privacidad en Facebook. Pero Google no se anda por las ramas. Para este caso cuenta con los servicios de un lobbysta muy reputado, Antoine Aubert, ex funcionario del Ejecutivo de Bruselas.
Otra demanda similar aunque de corte distinto es la que abrió en 2010 la firma francesa Navx, que ofrece online bases de datos geolocalizadas de radares y a la que Google había cancelado, de motu propio, su cuenta de AdWords (publicidad). Navx le demandó por abuso de posicion dominante y le reclama una indemnización de 23 millones de euros. La Autoridad de la Competencia de Francia ya obligó a Google a reabrir la cuenta de publicidad y el caso está todavía pendiente de juicio en los tribunales galos.
Mientras esto sucede en Europa, donde se espera una resolución durante el primer semestre de 2012, en EE.UU. las cosas no tienen mejor pinta. TripAdvisor y Yelp, dos webs que recogen comentarios de usuarios, se han quejado repetidamente por el tratamiento que les da Google en los resultados de las búsquedas frente a los productos de la propia Google.
Recientemente hemos asistido a otra fase del largo proceso iniciado en 2010 por la Comisión Europea contra las prácticas de abuso de posición dominante del gigante Google. En esta ocasión ha sido el propio Comisario europeo de la Competencia, Joaquín Almunia, el que ha llamado a la cordura de la compañía estadounidense para que presente en el plazo de semanas soluciones para favorecer la competencia o se exponga a continuar un proceso que puede acabar con una multa millonaria. Los cuatro puntos que Google va a tener que modificar son el uso de contenidos de competidores para su beneficio, la preferencia hacia sus propios servicios verticales en detrimento de los de la competencia, la exclusividad que la empresa otorga a anunciantes en relación con las búsquedas y por último las limitaciones que Google impone a la portabilidad de campañas de publicidad.
Todos estamos esperando cual será la respuesta de la compañía de Mountain View pero al igual que paso hace unos años con Microsoft, las autoridades de la competencia europea no van a soltar su presa. Mientras, acabamos de asistir al contraataque de Google con la acusación a Microsoft y Nokia de haber creado un “troll de patentes” para subir los costes de los dispositivos móviles a los usuarios. Para conocer el desenlace, esta vez no habrá que volver a esperar otro año.