La firma vasca Graphenea, protagonista del principal proyecto europeo de investigación

La firma vasca Graphenea se ha convertido, de la noche a la mañana, en protagonista de la investigación europea gracias a su participación en el proyecto estrella de la UE cara a 2020, conocido como FET. La empresa guipuzcoana desarrolla aplicaciones del grafeno, un material inventado en 2004 en Manchester que por su conductividad, resistencia y flexibilidad está llamado a sustituir a otros como el silicio en la fabricación de productos electrónicos. Es 100 veces mejor conductor que el silicio y 200 veces más resistente que el acero.


La Comisión Europea ha consagrado 1.000 millones de euros al proyecto en el que participa Graphenea para inversiones a lo largo de diez años. El objetivo es que el material pase de los laboratorios al máximo posible de aplicaciones sociales e industriales, entre las que destacan la electrónica, la aeronáutica, la óptica y las baterías.

Junto con Graphenea, participan en el consorcio de investigación un total de 125 empresas y entes académicos y de investigación. Tres de estas entidades son el centro donostiarra CIC Nanogune y las compañías Nokia y Philips, precisamente dos de los clientes de la firma vasca, que en 2012 facturó 130.000 euros vendiendo wafers, que son unas láminas de grafeno que sustituyen al silicio en los circuitos.

Este año espera duplicar ingresos, la mayor parte exportados. Cada centímetro cuadrado de producto (tiene una capacidad total de 5.000 metros cuadrados/año) cuesta entre 10 y 50 euros, dependiendo de la calidad y de la coyuntura. Además de Nokia y Philips, entre sus clientes figuran Thales y laboratorios de varios países. A veces investigan con él pero también lo están utilizando en productos reales, como en las baterías y las células solares de los móviles.

Graphenea nació en 2010, de la mano del ingeniero cántabro Jesús de la Fuente (ex director general de Ezpeleta Plastival) y del catedrático José María Pitarke (gerente de CIC Nanogune), con un capital de 1,4 millones de euros. Comparte instalaciones con CIC Nanogune, en el donostiarra barrio de Igara. El caso de Graphenea es uno de esos que demuestran que algunos centros tecnológicos sí tienen una orientación práctica y empresarial, aunque sobre esto hay mucho que escribir.

La apuesta de Bruselas y la experiencia de Graphenea han generado cierto interés inversor en la firma vasca. En cualquier caso, el verdadero reto a medio plazo no creo que sea fabricar el grafeno sino aplicarlo. Algunos de los sectores donde se puede emplear, como el automovilístico o el energético, tienen mucho que ver con la economía local, por lo cual es esencial investigar con ahínco en torno a este material milagroso.

(Actualización 18.06.13) Adegi hace una semblanza de Jesús de la Fuente, al que califica como «emprendedor de alto impacto». Estudió telecomunicaciones en Deusto y trabajó para Arthur Andersen y PwC como consultor durante diez años. Después fue gerente de Ezpeleta hasta que se lanzó a crear Graphenea con la ayuda de Amaia Zurutuza y varios científicos de nivel.

Foto: Icex

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