¡Ya vale de ayudar a los clubes de fútbol con dinero público! (2ª parte)

Español: La primera plantilla del Athletic ent...
Español: La primera plantilla del Athletic entrenándose en Lezama.Presidente : Don Julito (Photo credit: Wikipedia)

El otro día hablábamos de las ventajas fiscales que tiene la contratación de jugadores de fútbol, en general en toda España, a través de los contratos de cesión de derechos de imagen, y en especial en el Athletic de Bilbao. Pero la cosa no se queda ahí. Hay otras muchas concesiones públicas a los clubes que no tienen ningún sentido desde un punto de vista de equidad.


Veamos algunas:

– Al estar considerados «entidades sin fines lucrativos», las federaciones deportivas apenas pagan impuestos por los ingresos que obtienen de los partidos de fútbol. Se supone que realizan un bien para el país 😉

– La Ley Beckham permitía, hasta hace bien poco, tasar solo con un 24% (frente al 43% habitual) a un futbolista extranjero que juegue temporalmente en un equipo español.

– Los clubes de primera y segunda división adeudan a Hacienda la friolera de 674 millones de euros. Es dinero que tendrían que haber ingresado en el Fisco y que han dedicado a otros menesteres.

– El patrocinio de los equipos de fútbol es deducible en muchos casos, al realizarse a través de fundaciones. Es decir, que la empresa patrocinadora se ahorra una parte importante de lo que pone como sponsor. ¿Quién lo paga? Todos, ya que es un dinero que esas compañías dejan de pagar a Hacienda.

– Las autoridades locales han recalificado los terrenos de los estadios o de los centros de entrenamiento con una enorme facilidad, como vía para generar unos ingresos a través de su venta a las promotoras inmobiliarias. El caso más notable fue el del Real Madrid, cuya ciudad deportiva se transformó en un complejo de rascacielos de oficinas. Pero también se ha repetido en Valencia y Málaga.

– Las autoridades locales financian muchas veces el coste de los estadios, que después utilizan los clubes casi en exclusiva y como si fueran suyos. Es el caso de San Sebastián y en el futuro lo será de la Catedral de Bilbao.

– Las autoridades locales no dudan en aumentar la frecuencia de metros, trenes y autobuses para dar servicio a los asistentes a los partidos. Esto tiene un coste que muchas veces no se compensa con los ingresos por billetes y que debería repercutirse a los clubes.

– Las autoridades realizan importantes despliegues policiales coincidiendo con algunos partidos de fútbol. Evidentemente y al igual que sucede en otros países, este coste deberían cubrirlo los clubes. De esta manera, además, se lo pensarían mucho más antes de permitir la existencia de grupos ultra. Hay que recordar que el Ayuntamiento de Madrid no dudó en repercutir al Athletic Club la limpieza de la zona de la ciudad en la que se habían reunido los seguidores de este equipo antes de la última final de Copa.

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