Solo el lujo y el low cost son negocio

An Eroski supermarket in Vitoria
An Eroski supermarket in Vitoria (Photo credit: Wikipedia)

La semana pasada estuve escuchando al actual presidente de Corporación Mondragón, Txema Gisasola, durante una charla que dio en Bilbao. Fue un discurso demasiado meditado y cauteloso que ofreció pocas novedades. Con una excepción: lo que dijo sobre Eroski y el futuro de los negocios de distribución.


A su juicio y creo que comparto su criterio, la progresiva desaparición de las clases medias y la mayor transparencia de precios y calidades que posibilita Internet están modificando el mercado y, por tanto, obligando a todos los negocios a adaptarse. Y el de Eroski no es una excepción. Solo el lujo y el low cost parecen ofrecer modelos de éxito en este momento.

Veamos algunos ejemplos:
– La distribución alimentaria. Lo que funciona son las cadenas que venden barato, como Dia y, en cierta medida, Mercadona, junto con las que ofrecen precios altos, como El Corte Inglés. Las demás, incluyendo a Eroski y a Carrefour, lo están pasando mal.

– El transporte. Funcionan muy bien, por un lado, el alquiler de jets privados y, por otro, las low cost como Ryanair y, en cierta medida, Vueling. Sin embargo, grandes firmas como Iberia están cayendo ante su incapacidad de adaptarse a los cambios de mercado. Iberia ha intentado convertirse en low cost pero le lastran los altos costes estructurales que tiene (incluidos sus pilotos).

– La distribución de moda. Funcionan muy bien, por una parte, las cadenas de bajo precio, como las de Inditex o Primark, y por otra, las de alto standing, como Armani o Louis Vuitton. Por si fuera poco, estas últimas están abriendo más locales en España como consecuencia del brutal descenso que han sufrido los alquileres. Armani ha anunciado recientemente la apertura de un nuevo gran almacén en plena calle Serrano de Madrid. Por no hablar del crecimiento de los outlets.

– La vivienda. Las zonas de lujo apenas han sufrido descensos de precios. Las zonas más baratas comparativamente tampoco. Aunque aquí influyen muchas más cosas, como las distancias.

– El automóvil. Los coches de lujo y de gama alta siguen teniendo demanda, al igual que los utilitarios más baratos, que progresivamente vienen de Asia. De ahí que la construcción de automóviles en Alemania, centrada en marcas de alto coste como BMW o Audi, siga viento en popa. Los grandes damnificados son el coche eléctrico y todas las gamas medias.

– Banca. La banca personal o privada es la que más prospera, pese a que sus tarifas son superiores, junto con el modelo semi-online y sin comisiones de ING Direct que están copiando progresivamente todas las entidades. Los grandes damnificados son las cajas de ahorros, que se dirigían a cualquiera y no tenían una clara segmentación.

El futuro no parece, por tanto, muy halagüeño para Eroski. ¿Qué alternativas le caben? A mi juicio tres:
– Desaparecer. Suele ser lo más sencillo y es, a mi juicio, lo que le va a ocurrir a Iberia.
– Transformarse, bien en un modelo low cost o bien en uno de lujo. Eroski tiene en estos momentos un posicionamiento más de lujo que de low cost, pese a que en sus primeros momentos lo que abordó fue lo segundo a través de su marca blanca.
– Reducir su tamaño. Es lo que está haciendo Eroski en estos momentos. Es la medida defensiva más obvia pero que conlleva no pocos problemas financieros y laborales.

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