Pintura falsa en el Guggenheim

Hacía mucho que no oía hablar del tema, pero es un caso que dio mucho que hablar. Se trata de un grupo de artistas conocidos como Mike Nedo que en enero de 2003 consiguieron colgar con velcro uno de sus cuadros, «Torbellino de Amor«, en el Guggenheim de Bilbao y después sellaron la acción dando un beso a la cámara de seguridad.


La obra duró cuatro horas en las paredes del Museo. «Yo siempre quise demostrar que cualquiera puede ser un artista», reivindicaron después. Por si fuera poco, todo lo grabaron en vídeo, incluida la aparición de un encapuchado, como si fuera un etarra frente a las cámaras, reivindicando la ekintza.

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