Los niños «raros» tienen más posibilidades de llegar lejos

¿Tu hijo es «raro»? ¿Te lo discute todo? ¿Se encierra en su cuarto sin razón aparente? ¿Protesta en el colegio? Puede que estés de suerte. Un estudio con 3.000 niños luxemburgueses parece haber demostrado que estos frikis prematuros tienen más posibilidades de llegar más lejos en la vida.

Y los casos de «rebeldes infantiles» como Steve Jobs, Bill Gates o Ingvar Kamprad, éste último fundador de Ikea, parecen ser pruebas adicionales, según explica Malcolm Gladwell en un curioso libro, «David y Goliath«. Todos ellos fueron complicados de criar y traían de cabeza a sus padres, incapaces de comprender que su alto nivel de iniciativa personal acabaría convirtiéndolos en multimillonarios.

El estudio luxemburgués comenzó en 1968, cuando se hicieron tests de inteligencia a varios niños de 10-11 años y se entrevistó a sus padres y profesores con el fin de conocer su comportamiento habitual. Al revisar los datos en 2008, los investigadores pudieron analizar a 745 de ellos, que ya tenían 52 años, y descubrieron que a los más estudiosos y listos les ha ido mejor en la vida. Pero también que los más «rebeldes» también habían tenido más éxito en términos económicos.

La divulgación de este estudio coincide con la revelación, en el Wall Street Journal, de que Bill Gates fue un niño especialmente complicado cuando tenía 11 años. Se negaba a comer y a limpiar su habitación, desobedecía las órdenes de su madre y había entrado en una especie de guerra por el control del hogar.

La vida de Steve Jobs es conocida a raíz de las diversas películas que han retratado sus comienzos en Apple y su difícil relación con sus padres. El caso del fundador de Ikea está menos documentado pero no es menos coincidente. Kamprad llegó a militar en grupos pro-nazis y ha reconocido haber sido alcohólico.

Por cierto, otro punto en común entre Bill Gates y varios multimillonarios tecnológicos, como los fundadores de Google, Amazon o Facebook, es que pasaron por escuelas que siguen el método Montessori. Este tipo de formación fomenta la iniciativa individual y la creatividad de los niños, por lo que parece tener alguna relación con que se conviertan en emprendedores y a la larga tengan éxito.