La nueva industria de las cerraduras inteligentes

llaves digitalesAprovechando que estos días La Caixa ha premiado a la firma guipuzcoana Irisbond en el concurso Emprendedor XXI, es un buen momento para hablar de los cambios que está viviendo y va a vivir el sector cerrajero. Se trata de una de las industrias con mayor tradición en el País Vasco, especialmente en el entorno de Mondragón, localidad que prosperó precisamente de la mano de varias empresas que fabricaban llaves.


Una de ellas es TESA (Talleres de Escauriaza, SA), actual Onity, donde se formó Eduardo Jauregui, el alma mater de Irisbond. Su objetivo es precisamente eliminar por completo las llaves y otros sistemas de apertura para sustituirlos por el control mediante el iris, que es más preciso y especialmente útil para discapacitados.

Irisbond utiliza una tecnología conocida como «eye tracking», que se encarga de analizar el movimiento del ojo y que ha sido desarrollada por el centro tecnológico Vicomtech, socio del proyecto. Básicamente, la startup guipuzcoana lo que ha hecho es diseñar un terminal que se conecta al puerto USB de cualquier ordenador y que emite unos haces de luz infrarroja que se reflejan sobre la córnea y después se registran con la cámara del PC para seguir los movimientos del usuario.

Sirve por tanto no solo para identificar a una persona sino también para detectar, a través de su mirada, lo que quiere hacer sobre la pantalla. Cuesta unos 3.000 euros y está especialmente indicado para personas discapacitadas que no pueden usar un ratón y un teclado normales.

Pero Irisbond no es la única firma que está innovando en este sector. Hay unas cuantas más:

Salto Systems. Firma guipuzcoana especializada en cerraduras electrónicas (normalmente se activan mediante RFID) para universidades y aeropuertos que está participada por varios fondos de capital riesgo (Dinamia y N+1) que valoraron la compañía por encima de los 100 millones de euros. Ha equipado ya más de 1,5 millones de puertas, el 95% de las cuales están situadas fuera de España. Tiene más de 300 empleados, la mitad de los cuales trabajan en Oiartzun. Ha instalado un sistema de apertura de puertas con el móvil en el hotel Astoria 7 de Donostia.

Onity (antigua Tesa). Aunque es un fabricante tradicional de llaves (nació en 1941), en los últimos años se ha especializado también en cerraduras electrónicas, teniendo a los hoteles y hospitales como su principal cliente. Pertenece a la multinacional norteamericana UTC, también propietaria de Zardoya Otis.

Smart Destination. Se trata de una startup en fase de creación liderada por el centro tecnológico Tecnalia y socios mallorquines para explotar una pulsera electrónica en hoteles. El aparato, que incorpora un chip RFID, cuesta entre 29 y 100 euros y da acceso a las habitaciones pero también a diversos servicios de pago.

Dorlet. Esta firma guipuzcoana de nacimiento y alavesa en la actualidad está especializada en sistemas electrónicos de control de accesos, incluido uno que permite abrir o cerrar contenedores de reciclaje para que solo puedan utilizarlos vecinos autorizados.

Ojmar. Otra empresa guipuzcoana nacida para fabricar armas y actualmente especializada en cerraduras para taquillas y muebles. Ha desarrollado un sistema inteligente que se activa por RFID sin necesidad de contacto directo entre llave y armario y exporta el 75% de su producción.

A nivel internacional, la firma norteamericana Lockitron lidera el sector de las cerraduras electrónicas aplicadas al hogar. Y el futuro camina en esta línea, hasta el punto de que en no mucho tiempo abriremos las puertas de casa con nuestro móvil.

La tecnología que lo permite, con ayuda de conexiones bluetooth, ya está en el mercado, aunque cuesta unos 200 dólares (August o Goji, promovida por un emprendedor español). Su principal ventaja es que nunca más habrá que llamar a un cerrajero y podremos dar permisos temporales a una persona de la limpieza o incluso un vecino.

Otra aplicación es el mundo de la protección de vehículos. BitLock y Lock8 han desarrollado sendas apps que permiten «candar» una bicicleta cuando el smartphone de su dueño no está cerca. Una ventaja adicional de este sistema es que facilita la localización del vehículo a través del GPS del móvil e incluso la detección en caso de robo.

Mientras se popularizan este tipo de cerraduras «digitales», también hay startups innovando con las convencionales. Una de las más interesantes es KeyMe, que almacena en la nube una copia binaria de las llaves de casa realizada con la ayuda de una app para móvil. Si el dueño las pierde, cualquier cerrajería puede hacer un duplicado con solo acceder a la web con la clave correspondiente. Funciona en Nueva York.

(Actualización 28.06.15) Salto ha empezado a comercializar su sistema de apertura de puertas con smartphone.

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