¿Es la tasa Youtube la salvación para los creadores de contenidos?

Los impuestos a los grandes agregadores de contenidos de Internet para después traspasar esos ingresos a los creadores parecen ser la única vía que las administraciones están encontrando para «salvar» a la prensa. Si en España se probó en su día el canon digital, conocido como «tasa Google», que provocó inmediatamente el cierre del servicio Google News en España. Y en Francia están barajando la posibilidad de crear un impuesto del 2% de los ingresos sobre las plataformas de compartición de vídeos tipo Youtube.


La propuesta proviene del Partido Socialista y pretende repartir entre los creadores una parte de los ingresos que genera actualmente la difusión de vídeos en la Red. Hay que tener en cuenta que en muchos países ya existe un impuesto sobre la posesión de televisores que se emplea para financiar el cine y otros contenidos audiovisuales.

En España se exige directamente a los Mediaset o Atresmedia que un porcentaje de sus ingresos vayan destinados a abonar los costes de producción de películas españolas. Es un «impuesto revolucionario», en palabras del presidente de Telecinco, Alejandro Echevarría, que las televisiones pagan a disgusto porque solo excepcionalmente les genera beneficios.

La tasa Youtube se situaría en la mmisma línea, aunque con dificultades añadidas:
– Google no desglosa los ingresos ni los resultados que le genera específicamente Youtube. Y mucho menos por países.

– Se trata de empresas con sede en otros países que difícilmente van a aceptar una decisión de una administración local. Se corre, además, el riesgo de que cierren la plataforma en un estado, como ha ocurrido con Google News en España, con el daño indirecto que eso causaría en la distribución de vídeos.

Vistas las dificultades que existen para cobrar impuestos a Google, el verdadero riesgo es que los gobiernos se dirijan directamente a quien sí que no se puede escapar: el propietario del ordenador/smartphone o el operador de telecomunicaciones. Lo que realmente me preocupa es que realmente terminemos teniendo más impuestos y precios más altos para el acceso a las nuevas tecnologías por esta vía.

¿Hay que buscar mecanismos para remunerar a los productores de contenidos? No lo tengo claro. Se trata de una actividad artística en la que el criterio del mercado debería ser solo uno más. La principal motivación de un creativo no es cobrar sino el hecho mismo de hacer algo nuevo.

¿Producirá más obras si puede vivir de ello? Evidentemente, sí. Pero para ello creo que es más importante pensar en términos de «salario universal» que de tasar específicamente a las compañías de distribución de contenidos. Es decir, dar derecho a todo el mundo a poder dedicar la parte fundamental de su vida a la creación en lugar de al trabajo asalariado.

¿Y quién ha de pagar esa fiesta? Algunos creen que Google o Facebook, pero esto no deja de ser injusto. Se trata de empresas que han sido capaces de desarrollar tecnologías brillantes y de conseguir que todo el mundo las use, generando de esa forma plataformas de distribución poderosísimas. Pero no por ello deben ser objetivo prioritario de Hacienda.

Además, se trata de un problema universal que no se puede resolver a nivel nacional. Lo que los gobiernos tienen que hacer es seguir trabajando para formular acuerdos internacionales y dejar de pensar en tasas y cánones de difícil aplicación y que, por el momento, solo responden a los intereses de unos u otros lobbies (los de los periódicos, fundamentalmente).

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