Ya hemos comentado aquí en otras ocasiones que la imposición a las multinacionales, y sobre todo a las tecnológicas, es un auténtico cachondeo. La falta de concertación internacional
Eudald Domenech era a principios de siglo el emprendedor de startups más exitoso y envidiado de España, tras vender Servicom y Telepolis y participar en la puesta en
El lío de los dominios, o cachondeo, como prefieren describirlo los proveedores españoles de servicios de Internet, ha generado el más intenso ciberculebrón que pueda vivir la red