Orbea anticipó la crisis de China
|¿Es posible predecir las crisis financieras? Pues Orbea la clavó cuando hace un año anunció su salida de China, donde llevaba varios años produciendo con fábrica propia y vendiendo a clientes locales. Se ha dado cuenta de ello Carmen Larrakoetxea, que en El Economista entrevistaba recientemente al director general de la firma de Mallabia, Jon Fernández.
«Se anticipó a la crisis China y abandonó productivamente el gigante asiático antes del caos», sentencia la periodista vasca. En la entrevista, Fernández también aclara su decisión de producir en Europa y las innovaciones que se están produciendo en su sector. Hay que tener en cuenta que Orbea es la empresa vasca de producto final para el consumo que más se ha internacionalizado.
Lo de dejar de fabricar en China se entiende, por tanto, en dos vertientes:
– Para vender en China no es suficiente con tener una factoría allí. Hay que tener una capacidad de marketing local que probablemente Orbea nunca consiguió. Fernández reconoce facturar en China solo un millón de euros al año, una cifra que es insignificante.
– Exportar desde China solo parece tener sentido con productos de baja calidad o de electrónica de consumo. No es el caso de las bicicletas, que tienen un coste de transporte importante.
Orbea no es una compañía muy grande: factura 73 millones de euros al año y apenas tiene 270 empleados, de los cuales 180 trabajan en Bizkaia. En su sector, el marketing es tanto o más importante que el producto, por lo que se ha desarrolado en un ámbito en el que Euskadi no suele destacar.
Y hay que recordar que Internet y la tecnología han jugado un papel fundamental en esta evolución. Orbea ha destacado siempre por su amplio uso de la Red, tanto para vender como para escuchar al cliente, y por su anticipación de tendencias, lo cual tiene también mucho que ver con lo anterior.
En este sentido, Fernández recuerda en la entrevista que la firma vasca cada vez está más interesada en vender «bicicletas configuradas online» y por tanto personalizadas. El otro capítulo en el que Orbea pretende innovar es el de las bicicletas urbanas o eléctricas. «Las ciudades están limitando la velocidad a los 30 kilómetros, que se puede alcanzar con una bici, que tiene más movilidad y haces ejercicio. Lo tiene todo», explica Fernández.
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Bueno, desde mi punto de vista, Orbea escapa de China por reducir gastos. allí no vende una escoba y sus acciones on line no existen, al igual que le pasa en otros mercados donde no vale con tener un community en casa y meter noticias de relleno. Es una empresa pequeña. Se ha dirigido a un perfil muy definido pero le falta ambición y vocación de liderar. Lleva el camino de la empresa de las gafas personalizadas que ahora tanto da que hablar, pero con un producto más caro. Y mientras su competencia se extiende con pulso firme y asentandose en un MK muy profesional y adecuado a cada mercado. lo que exige una inversión consistente pero con retorno.
Orbea puede triunfar en china sólo produciendo allí la bici más barata del mercado. Si Orbea, como parece, quiere posicionarse en el mercado profesional, aquel en el que la crisis nunca llega, debe fabricar sus bicis en Alemania y dirigirse con su gama personalizada al estrato alto y profesional del mercado. Aprovecharse de la imagen alemana de producto sólido y tecnológicamente avanzado. En resumen: Bicicletas baratas, fabricar en china… Bicicletas gama alta y profesional, fabricar en Alemania… Bicicletas de gama media… fabricar en Euskadi.