Los jóvenes vascos no encuentran muchas facilidades para auto-emplearse

Cuando todos los medios hablan del fin de una era en la que imperó el trabajo fijo, empieza a plantearse otra vez las posibilidades del auto-empleo. Pero el espíritu emprendedor vasco ya no es el que era, este «oficio» está muy desprestigiado y la financiación no es precisamente una tarea sencilla. Veamos.


Tras una brutal crisisi industrial y un feroz sindicalismo, se ha devaluado sustancialmente la figura del inversor y del que crea negocios. Como dice José Antonio Crespo, director en Bilbao de Tracor, un centro de estudios de diseño informático, «el espíritu empresarial vasco está adormecido por el cambio de industria imperante. Hace falta una generación para que despierte y se invierta en nuevos sectores con futuro». Por otra parte, aunque desde los años ochenta las instituciones intentan crear instrumentos para ayudar a la creación de empresas, la realidad difiere mucho de lo que la publicidad quiere ofrecer.

Con el fin de conocer la situación en que se encuentra un joven que quiere convertirse en empresario, he visitado diversas entidades bancarias e instituciones públicas. A las primeras acudí con el fin de solicitar un crédito de dos millones de pesetas para comprar material informático y a las segundas solamente para informarme de los pasos a seguir para obtener alguna de las, en la práctica, escasas ayudas que ofrecen.

En lo que a las entidades financieras se refiere, éstas fueron las conclusiones:
– Solo una, Caja Laboral, dispone de un producto exclusivo para jóvenes: el «plan de empleo Gaztenpresa». Permite a los menores de 30 años acceder a un crédito con un tipo de interés cinco puntos inferior al habitual, así como obtener asesoría en la gestión del plan de empresa y en el estudio de viabilidad.

– BBK tiene también un crédito con interés preferencial para licenciados de la UPV, pero en la oficina visitada lo desconocían. Así que lo que le ofrecieron al posible emprendedor es un crédito al 15,5% que se vendía, además, como un producto especial para jóvenes (!) Ante las dudas del interesado, BBK le remitió a Infojuve, una oficina de ayuda al estudiante en la que paradójicamente desconocen todo lo referente a créditos para jóvenes, por lo que me remitieron finalmente a Dema (Diputación de Bizkaia).

– En el Central Hispano 20, una entidad financiera que se anuncia como «el banco de los jóvenes», la experiencia no fue mejor. Acudir a la oficina de este banco en Deusto o hacerlo a cualquiera de las que el Central Hispano tiene en Bizkaia es lo mismo. No disponen de ningún crédito especial para jóvenes y se aplican, por tanto, los tipos habituales del sector, que rondan el 15%. Al menos, sí me recomendaron acudir al Inem, que otorga subvenciones de hasta 500.000 pesetas.

– Entre los créditos normales, el más interesante es el de Caja Rural Vasca, que ofrece el 13,5% y una comisión de apertura y estudio del 1% del total (2% en BBK, aunque «negociable»). Solo en la Caja Rural Vasca se advirtió de la necesidad de pagar los servicios de un corredor de comercio a la hora de firmar el contrato del crédito.

– BBV no dispone de créditos para inversión y solo ofrece créditos de consumo. No obstante, en este banco ofrecieron un servicio interesante: el leasing, una modalidad de financiación a través de la cual es el propio banco el que adquiere el material y se lo presta al cliente, con una ventaja fiscal importante

Aunque todos hablan de avales, en algunas entidades remarcan que no siempre es necesario garantizar el préstamo y que todo depende del tipo de proyecto que se presente. Sin embargo, en otras reconocen que la idea empresarial debería ser genial para recibir un crédito sin más. Por todo ello, Iciar Martín, responsable de asesoramiento laboral del Instituto Vasco de Nuevas Profesiones, cree que la financiación bancaria no es la más interesante: «Si eres capaz de dar un aval, en realidad te puedes autofinanciar».

En lo que a la Administración se refiere, hay que decir que hay ayudas pero muy pocas y además repartidas en diversas instituciones. Spri, dependiente del Gobierno Vasco, no facilita subvenciones a jóvenes recién licenciados sino a empresarios que ya tengan una trayectoria y estén dispuestos a contratar a dos empleados fijos.

Además, se exige un proyecto muy elaborado y una cuenta de resultados de la empresa para varios años. «¿Qué joven se puede permitir contratar a alguien si no puede casi conseguir trabajo para sí mismo?», opina Martín. «Te piden una inversión multimillonaria», añade Crespo.

En la Fundación Novia Salcedo, por su parte, gestionan doce ayudas anuales de 500.000 pesetas para asesorar en la creación de una empresa a jóvenes postgraduados. Finalmente, mencionar también a Dema y a Beaz, dos entidades dependientes de la Diputación de Bizkaia, donde facilitan subvenciones de hasta 5 millones de pesetas para «proyectos únicos en el mercado» por su alto grado de innovación.

«Priman mucho los temas de informática, exportación, nuevas tecnologías y promoción del euskera y de la imagen de Euskadi en el exterior. No ven ningún beneficio para el interés general en otro tipo de ideas», explica Martín. Por ello, el Instituto Vasco de Nuevas Profesiones está preparando nuevos cursos de cultivos biológicos y de medio ambiente.

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