Indumetal: cuando la falta de ética puede arruinar hasta los negocios más rentables

Indumetal es una empresa histórica en Euskadi, tanto por algo tan positivo como haber sabido innovar hasta renacer con una actividad distinta, como por algo tan negativo como la contaminación y el fraude al consumidor. De lo primero ya hablamos al recordar que el Régimen franquista decretó el cierre de su fábrica de Erandio por la tremenda polución que generaba. De lo segundo acaba de escribir el capítulo más triste la Guardia Civil, tras una larga investigación de su planta de tratamiento de residuos.


Indumetal, la antigua Industrias Reunidas Minero-Metalúrgicas, se dedica desde los años ochenta al reciclaje, inicialmente de chatarras complejas y desmontaje de instalaciones y posteriormente también de electródomésticos y baterías. Con plantas situadas en Madrid, Andalucía, Cataluña y Euskadi, es el líder en el tratamiento de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos. Algunos de sus centros pertenecen a Electrorecycling, una compañía conjunta con FCC y Endesa.

Y es líder no solo en el Estado, pues su actividad le lleva a importar un volumen importante de electrodomésticos, generalmente ordenadores, pantallas y móviles, estos últimos tratados en Zamudio. Y es precisamente la cooperación internacional la que ha llevado a la Guardia Civil a investigar la actividad de Indumetal y finalmente desmantelar una «trama de gestión irregular de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos», lo que incluye la detención de diez personas acusadas de delitos contra el medio ambiente.

Al parecer, los agentes comprobaron en la planta de Erandio que la empresa vasca recibía los aparatos y después los trituraba sin realizar la separación de los materiales para su posterior reutilización. Además, tampoco se retiraban las sustancias peligrosas, como metales pesados y electrolitos, con lo que los residuos de Indumetal resultan muy contaminantes.

La Guardia Civil denuncia que en la planta se esparcían de manera incontrolada plomo, cadmio, cobre o zinc procedente de los aparatos. Para camuflar la actividad, la firma vasca declaraba cantidades de reciclaje no reales, lo que le permitía ahorrar dinero al derivar los materiales más contaminantes a gestores autorizados.

Indumetal fue creada por las familias Lipperheide, Churruca y Guzmán, asociadas también en la cercana química Unquinesa, hoy desaparecida. Los Lipperheide salieron del capital con la evolución hacia el reciclaje y actualmente la compañía está controlada por los Guzmán y los Renobales, estos últimos muy bien relacionados con el mundo político vasco. Su presidente es el ex presidente de la Cámara de Bilbao Ignacio María Echeberria y su consejero delegado es Guillermo O’Shea, tío de Ana Patricia Botín.

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