Big Data: prejuicios que hay que quitarse

El big data es una de las tendencias tecnológicas del momento y, como toda moda, empieza a retumbar demasiado fuerte en los oídos. Es conveniente, por tanto, separar el trigo de la paja y eliminar algunas ideas que tenemos preconcebidas en la cabeza. Veamos.

– Toda empresa tiene hoy en día algo que ver con datos. Cierto. Pueden ser los que genera la actividad de su negocio pero también los que tienen que ver con sus clientes o con el proceso de producción.

– Todo lo que genera el big data es bueno. Radicalmente falso. Que se lo pregunten si no a Solid Gold Bomb, una empresa australiana que producía camisetas con el texto «Keep Calm and Hit Her a Lot» como consecuencia de un proceso que recogía textos automáticamente de palabras de un diccionario.

– Siempre que hay muchos datos hablamos de Big Data. Esto tampoco es correcto, si nos referimos específicamente al tema técnico. Una base de datos MySQL bien optimizada puede aguantar un volumen de información muy alto y no siempre es preciso pasar a NoSQL. Un factor fundamental es, por ejemplo, con qué frecuencia se quiere acceder a los datos.

– Necesitas profesionales con un nivel de conocimientos de estadística y tecnología muy elevado. Esos que ya llaman por ahí «científicos de datos». Lo cierto es que lo más importante es conocer las tripas de una compañía y los modelos de negocio a aplicar. Sin ir más lejos, Telefónica ha reciclado a varios profesionales para que se dediquen al negocio del big data.

– Esto es carísimo. Falso. La capacidad de almacenamiento y tratamiento de información en servidores está hoy al alcance de cualquiera a través de empresas como Google, Microsoft o Amazon.

– Hay que guardar todos los datos que sea posible. Falso. Hay que almacenar solo aquellos a los que se pueda sacar alguna utilidad. Lo importante es ahora no tanto guardarlo todo sino saber elegir qué se guarda y qué no. Es decir, hay mucho sitio para «analistas».