¿Estamos malditos?

Parece que nos rodean los males. Si no teníamos bastante con el cáncer del terrorismo, que ha trastocado nuestra buena reputación, ahora va un pato y se muere en Vitoria a consecuencia de la gripe aviar. A los vascos no nos querían ver ni en pintura y ahora tampoco a nuestras aves.

Este contenido es solo para socios suscriptores de Gananzia.
Loguéate (ya usuario) Suscríbete (nuevos usuarios)